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Crónica:FÚTBOL | Ida de los octavos de final de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

Guti y Robinho imponen su ley

El Athletic y el Madrid brindan un excelente partido resuelto con una jugada de gran clase

Santiago Segurola

Un detalle de pura clase dio la victoria al Madrid en San Mamés. Es lo que se espera del Madrid. Es lo que se espera de Guti y Robinho, cuya conexión fue imparable en una noche de excelente fútbol. Cada uno a su manera, los dos equipos ofrecieron su mejor versión. A la fragorosa propuesta del Athletic respondió el Madrid con firmeza y momentos magníficos, con Guti a la cabeza de casi todos. Se sucedieron las ocasiones y la fricción constante explicó el voltaje del encuentro, con noticias interesantes para los dos equipos.

El partido estuvo muy por encima de la crisis que atraviesan los dos equipos. Fue un duelo clásico, con dos estilos de fútbol opuestos y el punto emotivo que difícilmente olvidan el Athletic y el Madrid cuando se enfrentan. Más de un siglo de historia les contemplan y eso deja huella. El duelo permitió al Athletic sacudirse las angustias de la Liga, donde cada jornada es un drama. Regresaba a la Copa, su torneo más querido, sin otra exigencia que cerrar heridas y darse la satisfacción de jugar al fútbol. Hasta ahora no lo ha hecho. El Athletic vive una crisis tan profunda que su prioridad es sobrevivir. El fútbol le resulta muy secundario. Frente al Madrid tuvo la oportunidad de disputar un partido de ley, lejos de las presiones que le atenazan. Jugó a su vieja manera, pero no decepcionó. Tampoco lo hizo el Madrid. Los dos equipos incluyeron algunas novedades interesantes. En el Athletic regresó Guerrero a la titularidad. Desde hace años se vive su caso entre la nostalgia de lo que significó Guerrero y la certeza de lo que es ahora. Suplente desde hace seis años, la gente de San Mamés no se acostumbra a ver al ídolo caído. La hinchada saludó su regreso con entusiasmo y Guerrero respondió con entereza. Bastante corto en el capítulo físico, sin velocidad y con algunos problemas para resolver situaciones en las que la potencia es común en el fútbol de primer nivel, Guerrero ofreció algunos momentos que recordaron al futbolista que irrumpió en el Athletic. Pasó la pelota con rapidez y astucia, especialmente en una temprana jugada que Aduriz no logró concretar en el mano a mano con Diego López, el sustituto de Casillas.

ATHLETIC 0 - REAL MADRID 1

Athletic: Aranzubia; Iraola (Amorebieta, m. 82), Gurpegi, Lacruz, Expósito; Orbaiz, Tiko; Etxebarria (Llorente, m. 61), Guerrero (Yeste, m. 61), Dañobeitia; y Aduriz.

Real Madrid: D. López; Salgado, S. Ramos, Mejía (Woodgate, m. 78), R. Bravo; Gravesen; Beckham, Guti, Baptista, Robinho (Balboa, m. 89); y Soldado (Zidane, m. 66).

Gol: 0-1. M. 70. Beckham.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Guti, Mejía, Orbaiz, Tiko, Raúl Bravo y Llorente.

36.000 espectadores, el martes, en San Mamés.

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La gran noche de Diego López

Diego López fue una de las novedades del Madrid. Salió del partido con una excelente nota. Estuvo impecable en dos jugadas en las que demostró que tiene paciencia y reflejos. En plan Casillas -desvió la pelota con el pie-, evitó el gol en el remate de Aduriz. Y a última hora del primer tiempo apareció con rapidez para achicar la portería frente a Guerrero, de nuevo en el lugar que prefiere el jugador del Athletic. Apareció por sorpresa para meter la puntera. Parecía gol, pero se lo negó Diego López, que también funcionó con firmeza en el juego aéreo. Y hubo mucho, como es tradicional en el Athletic. Ni digamos en el Athletic de Clemente. Llovieron los centros sobre el área del Madrid, donde Sergio Ramos confirmó que es un futbolista extremadamente competitivo. Jugó como si le fuera la vida en ello. Es una cualidad tan poco vista en el Madrid que Sergio Ramos destaca inmediatamente. Como el partido tuvo mucha pierna y bastante tensión, el central del Madrid se sintió en su elemento.

Con algunas limitaciones, el despliegue del Athletic fue muy vigoroso. Volvió a dar idea de su alarmante fragilidad defensiva en algunos contragolpes del Madrid. Tampoco fue especialmente robusto en el medio campo, donde Orbaiz no pudo dar abasto con todo, pero el Athletic se pareció casi siempre a sí mismo, a su viejo perfil, al estilo que le ha caracterizado durante decenios y que una vez le hizo temible. El Madrid respondió con un fútbol bastante elegante cuando pudo y con mucho sacrificio en las trombas del Athletic. En el medio campo, Guti completó una noche formidable. Utilizó sus enormes recursos técnicos para poner en marchar los contragolpes, casi todos resaltados por Robinho. Su duelo con Iraola fue notable. El lateral del Athletic pasó por graves dificultades en algunas jugadas, pero también exigió un enorme esfuerzo al brasileño cuando se incorporó al ataque y conectó con Etxeberria. Finalmente, la batalla entre Iraola y Robinho terminó por decidir el encuentro. Así lo pareció desde el primer minuto.

Dos escapadas de Robinho coronaron lo mejor del Madrid en el primer tiempo. Una fue gol. Y legal, pero el árbitro anuló el tanto de Soldado, que acudió al pase de Robinho. Otra incursión de Robinho fue desactivada por Aranzubia, perfecto también para atajar el remate de Baptista en una espectacular jugada del Madrid en el segundo tiempo. Si Robinho fue una excelente noticia en el Madrid, el Athletic examinaba a Aduriz, un chico de la casa que se ha hecho un buen nombre como delantero en el Valladolid. No es Van Basten, pero es un futbolista más que interesante para el Athletic. Tiene potencia, se puede mover por los dos costados, su manejo de la pelota es más que aceptable y permite algunas soluciones necesarias en un equipo que depende demasiado de Urzaiz, con sus garantías e inconvenientes. Aduriz dio trabajo a los centrales del Madrid, lo mismo que Dañobeitia a Salgado. En este caso, con victoria del veterano lateral del Madrid. Por encima de cada duelo particular discurrió un hermoso partido, con numerosas ocasiones de gol en las dos áreas, un partido que se movió entre el vigor del Athletic y la clase del Madrid. Finalmente, se impuso la clase en una jugada que venía anticipada desde el comienzo del encuentro. Guti volvió a conectar con Robinho -un pase maestro que se filtró entre la defensa del Athletic- y todo lo que siguió fue de manual: la internada, el pase al segundo palo y la llegada impetuosa de Beckham para clavar el gol de la victoria.

Expósito y Salgado pugnan por el balón.
Expósito y Salgado pugnan por el balón.TXETXU BERRUEZO

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