Peaje en la ciudad

Leo en su periódico en una declaración de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, donde se muestra partidaria de imponer peaje a los coches que entren en Madrid. No deja de sorprenderme la falta de imaginación de los políticos para resolver los problemas cotidianos, imaginación que por otro lado sí desarrollan para imputarse acusaciones, ofensas e insultos. Sin embargo, me decepciona una declaración como ésta de un miembro de un Gobierno que presume de luchar contra las desigualdades sociales más de lo que lo hacía el anterior.

¿Acaso no podrían idear un sistema en el que no se vea perjudicado el que menos tiene? ¿Por qué un sistema de peajes que supondría un nuevo elemento de imposición fiscal regresiva, gravosa con exceso para los ciudadanos con menor renta y en menor medida para los ciudadanos con mayor poder adquisitivo?

Los valores tradicionales de la socialdemocracia en España no son precisamente ésos, sino los de luchar porque la desigualdad entre el que menos y el que más tiene sea cada vez menor, no sólo en dinero, sino también en derechos. Desde luego, una solución así sería hacer todo lo contrario. Seguro que a la ministra no le resultaría tan costoso como a mí, actualmente en paro, entrar a la capital en coche.