La caída del paro se frenó en 2005 y afectó sobre todo a mujeres e inmigrantes
Del millón de nuevos afiliados a la Seguridad Social, la mitad procede de la regularización
La reducción del desempleo en 2005 ha resultado mucho más moderada que en el año anterior. Un total de 9.778 parados dejaron de serlo en 2005, lo que representa un leve descenso del 0,46% respecto a diciembre de 2004. Y el paro femenino ha crecido un 1,32%. Mucho más espectaculares resultaron las cifras de afiliación a la Seguridad Social, con casi un millón (968.607) de nuevos afiliados. Casi la mitad de esa cifra obedece a la regularización de inmigrantes desarrollada este año. Este colectivo representa ya el 7,66% de los cotizantes y el 6% de los parados.
El pasado ejercicio se saldó con 2,1 millones de parados registrados en los servicios públicos de empleo. La cifra representa una caída de 9.778 respecto a diciembre de 2004. Ese ritmo de reducción es muy inferior al del año pasado, cuando 68.533 desempleados encontraron trabajo. Esa tenue reducción del paro no se corresponde, además, con la marcha de la economía, que crece un 3,5%.
Pese a todo, la cifra mejora la media del mes en los últimos años (los datos sólo son comparables desde 2001 por un nuevo sistema estadístico que entró en vigor en mayo del año pasado y que mide mejor el desempleo). El descenso anual de 2005 continúa la senda iniciada en 2004 tras varios años de subidas del paro.
La nota más negativa procede de la diferenciación por sexos. Y es que la reducción del desempleo se ha producido exclusivamente entre los hombres, pues 16.279 nuevas mujeres pasaron a engrosar el paro femenino, lo que representa un aumento del 1,32%. Entre los hombres descendió un 2,97%.
La reducción del desempleo fue bastante tibia (del 0,75%) en industria, más intensa (3,01%) en construcción y muy superior (6,82%) en el colectivo sin empleo anterior. En agricultura se produce un incremento del 30% en un año especialmente perjudicial para el campo con las heladas y la sequía. El dato más sorprendente es el leve repunte del paro en servicios, uno de los sectores con más peso en la economía.
Un dato relativo
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, relativizó la importancia del paro registrado como termómetro del panorama laboral. Caldera aseguró que de los 2,1 millones de parados, unos 400.000 son prejubilados, es decir, personas que perciben el desempleo hasta que cobren la pensión, por lo que no son parados reales. Si se descontara esa cifra, el desempleo se aproximaría mucho más al de la Encuesta de Población Activa (EPA), el método homologable con otros países, que sitúa el desempleo en el 8,42% de la población activa, con 1,7 millones de parados.
Los datos se ven también condicionados por la inclusión de los extranjeros en el registro. Hasta mayo de 2005 los ciudadanos de otros países no podían inscribirse en los servicios de empleo. Ahora este colectivo ha entrado con fuerza en el grupo de parados, y representan ya el 6% (el 7,3% si se incluyen los ciudadanos de la Unión Europea). De hecho, los datos de diciembre arrojan un aumento de 7.671 parados más extranjeros, cifra prácticamente coincidente con el aumento total de parados en ese mes (7.357 más). El año pasado en diciembre se produjo un descenso de 8.374 personas, un dato excepcional en un mes que suele registrar incrementos del paro ante la acumulación de días festivos. De hecho, en un sector tan dinámico como la construcción se produjo en diciembre un notable incremento del paro (9,5%). La federación de Metal y Construcción de UGT criticó ayer este hecho y lanzó un llamamiento a los trabajadores del sector para que denuncien los casos que conozcan de despidos motivados por vacaciones.
El año pasado supuso, además, una cifra récord de contratos, con 17.164.965 suscritos en todo el año. Esa cantidad representa un crecimiento del 4,9%. Más alentadora resulta la evolución por modalidad. Los fijos han avanzado un 8,6%, con más de un millón y medio de contratos realizados. El empleo indefinido representa así en diciembre el 8,1% del total, una proporción que, aunque baja, es la mejor de los últimos diciembres.
Bonanza de la ocupación
Los datos más relucientes del año correspondieron a la Seguridad Social, que cerró con casi un millón de afiliados más que en 2004 (968.607). Este incremento sitúa el total de cotizantes en 18,3 millones, otro récord en el sistema. Al contrario que en los datos del paro, las mujeres resultaron especialmente beneficiadas de la creación de empleo, con un aumento del 7,74% frente al 4,47% de los hombres. Las trabajadoras suponen ya el 41,21% del registro.
Gran parte de la bonanza obedece al proceso de regularización de inmigrantes desarrollado entre febrero y mayo del año pasado. Un total de 465.961 nuevos afiliados corresponden a ese proceso. Si se excluye ese fenómeno, el aumento de la afiliación resulta similar al del año pasado. Los inmigrantes representan ya el 7,66% del total de cotizantes (el 9,22% si se incluyen los europeos).
Caldera se refirió a 2005 como "el año del empleo en España" y vaticinó para 2006 un comportamiento similar. Por el contrario, el Partido Popular consideró "muy malos" los datos referentes a la subida del paro en diciembre. Izquierda Unida reclamó al Gobierno que reduzca la temporalidad, un argumento similar al que emplearon UGT, que pide un cambio de modelo productivo, y CC OO, que subraya el abuso de la temporalidad. La CEOE recomendó "extremar las cautelas para conservar la positiva evolución del empleo".
Apoyo al textil
La industria manufacturera se ha convertido en el peor parado de los principales sectores de afiliación a la Seguridad Social. Mientras la construcción registra incrementos de dos dígitos y otras actividades como las inmobiliarias y la hostelería se aproximan al 10%, las manufacturas han visto caer levemente la afiliación en 2005.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, explicó ayer que en este sector conviven actividades pujantes con otras que pierden empleo. Precisamente algunas de esas actividades en declive, como la producción de vestido y calzado, se resienten de la feroz competencia que imponen los países asiáticos.
Para intentar paliar los efectos negativos que provocan las pérdidas de empleo en esas actividades, el Ministerio de Trabajo colabora con el sector para elaborar una serie de medidas que mitiguen esos efectos. "Estamos trabajando en la presentación de medidas que permitan que los ajustes de empleo no sean tan traumáticos", aseguró el ministro de Trabajo. Jesús Caldera reconoció que en esos sectores se está percibiendo un cierto impacto de la fuga de empresas a otros territorios y confió en que las medidas que se están ideando mejoren la situación.
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