_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Poder y 'sociovergencia'

Estamos asistiendo a una extensa e intensa ofensiva para propiciar una estrecha colaboración PSOE-CiU en España y un Gobierno CiU-PSC en Cataluña. Es la llamada sociovergencia. Poderes económicos, políticos y opinadores, especialmente los relacionados con CiU, pero también con el PSOE y, en algún caso, con el PSC, se han lanzado a ella con ahínco. A veces, la excusa es la reciente Grosse Koalizione alemana, como si tuviese algo que ver la complicada situación socioeconómica y política alemana con la existente en Cataluña y en España. En otros casos se denuncian unas supuestas faltas de experiencia y de cultura de gobierno de ERC para demandar el cambio de pareja. Pero, sin necesidad de remontarnos a la historia, la experiencia de gobierno de ERC en municipios y diputaciones es muy amplia. Por otro lado, ¿qué experiencia de gobierno en la Generalitat tenían el PSC e ICV-EUiA hace dos años?, ¿cuál era la de CiU cuando accedió por primera vez a dicho gobierno? Finalmente, comparen y escojan: los consejeros de ERC son tan buenos o mejores que los de otros partidos en Cataluña (ahora o en la época de CiU) o en otras comunidades autónomas, o si lo prefieren, que los ministros españoles. Por lo que se refiere a la cultura de gobierno, el verdadero problema es que la de ERC es diferente a la de CiU y el PSC (o PSOE), y además, en muchas ocasiones pone en cuestión la de estos partidos tanto en la Generalitat como en los ayuntamientos o diputaciones. Éste, y no otro, es el verdadero problema. El que hace hablar de "socio peligroso", al referirse a ERC, a algún importante medio de comunicación. El que convierte en agresivos a algunos intelectuales orgánicos, especialmente de CiU pero también del PSC y del PSOE, que, en un determinado momento, parecían haber hecho un cierto guiño a las posturas de ERC. Nada serio, sólo lo parecía.

La sociovergencia es el "oasis catalán". Lo forman los que tradicionalmente han tenido el poder, especialmente desde la llegada de la democracia. Son los que han tenido y aún tienen el poder en Cataluña. Es un entramado de intereses y poderes -económicos, sociales y políticos-. En Cataluña se habla de la sociovergencia para referirse a la confluencia de intereses y al hecho de compartir el poder por parte del PSC y CiU, así como por las entidades, organismos y personas de sus respectivas áreas de influencia. La sociovergencia tradicional es la que agrupa a las élites económicas, sociales y políticas de siempre. Son en gran parte, aunque no exclusivamente, barcelonesas. También han estado, y aún estan, bien representadas en las cúpulas políticas, tanto de CiU como del PSC. La cena de homenaje a un insigne miembro de la sociovergencia celebrada hace unos meses es un muy buen ejemplo. En ella participó el todo Barcelona de la política, la economía y la sociedad oficiales (relacionadas básicamente con el PSC y CiU). Otro caso es el del presidente de la segunda caja de ahorros más importante del país. Los dos han sido representantes destacados de CiU y del PSC (y también del PSOE) respectivamente.

Sin embargo, desde mi punto de vista, es más correcto hablar en plural, de sociovergencias. Hay diferentes tipos de intereses y poderes que confluyen. También hay diversos tipos de entidades, organismos y personas que participan en ella. Hay, al menos, otro tipo de sociovergencia importante. Es la que durante muchos años se ha basado en el poder de los ayuntamientos (socialistas) al lado del poder de la Generalitat (convergente hasta hace poco). Unos y otros han convivido y colaborado pacíficamente. Un ejemplo claro, entre muchos otros, es el reparto de poder, aún hoy vigente, en las cajas de ahorro. Especialmente, pero no únicamente, las que antes, y aún ahora, estaban muy ligadas a las diputaciones. Los consejeros escogidos por la corporación fundadora (Diputación) o por los organismos locales son mayoritariamente de CiU y del PSC. En una proporción mucho mayor que la que les correspondería según los electos locales o en las últimas elecciones catalanas o españolas.

La sociovergencia tiene aún un poder -económico, político y social- enorme. Son los que mandan y han mandado siempre. Esta es su fuerza: el entramado de inte-reses y de poder, no exclusivamente político, que tienen y mantienen, y que quieren continuar manteniendo. Son los principales interesados en la gran coalición CiU-PSC en el gobierno de Cataluña. No lo tienen fácil. La mayoría de sus votantes, simpatizantes y militantes, tanto de unos como de otros, difícilmente lo entenderían.

Sin embargo, la sociovergencia también tiene sus debilidades. Porque en Cataluña va creciendo una nueva mayoría social que tiene otros intereses y preocupaciones, una mayoría social diversa y plural: generacionalmente, demográficamente, según su origen, su posición económica y social, etcétera. Es la nueva mayoría social de la Cataluña nacional, una mayoría nacional que crece y que nutre electoralmente a ERC, la que se expresa con claridad en la Declaración del Palau de la Música de 2003, la que cree en la libertad política y económica de nuestro país, la que quiere un nuevo Estatuto que nos asegure una soberanía política y económica mucho mayor, la que quiere avanzar decididamente en el reconocimiento de la nación catalana, la que quiere la disminución decidida de nuestro déficit fiscal y un modelo de financiación justo para Cataluña, la que quiere estar en Europa como catalanes, con todos los derechos y deberes, y la que quiere establecer también las relaciones que libremente se decidan con el resto de los países de la antigua Corona de Aragón.

Las sociovergencias tienen aún mucho poder. Y quieren continuar teniéndolo durante mucho más tiempo. Pero la nueva mayoría social nacional catalana va creciendo con fuerza. Y lo continuará haciendo en el próximo futuro. Hasta que consigamos la libertad nacional de Cataluña, la soberanía política y económica de nuestro país.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Antoni Soy es presidente del Consejo Asesor Municipal de ERC y profesor de Economía Aplicada de la UB.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_