Ana María Alvajar, violinista

Perteneciente a una de las más antiguas familias liberales de Galicia, cuya historia se remonta a las sublevaciones antiabsolutistas del siglo XIX, Ana María Alvajar Jeán era hija de un periodista y destacado político republicano, César Alvajar, amigo y correligionario de Santiago Casares Quiroga. Su madre también tuvo un gran protagonismo en la vida política gallega y luego nacional como líder de la Asociación Republicana de Mujeres. Ana María Alvajar al estallar la sublevación militar del año 1936 era una joven estudiante del conservatorio de A Coruña. Detenida por los militares golpistas y luego reagrupada con el resto de su familia en el lado republicano, sufrió como toda ella el exilio en Francia. Sus padres murieron en París. Su hermano Javier regresó para unirse a una acción guerrillera antifranquista que fracasó y, de nuevo, en Francia, colaboró con la resistencia y desempeñó diversos cargos de relevancia en el gobierno de la República en el exilio. Su hermana Amparo Alvajar pasó parte de su exilio en Buenos Aires y posteriormente desempeño varias responsabilidades en la Unesco, en Ginebra, donde fue compañera y amiga del gran poeta José Ángel Valente. Como su condiscípula, la magnífica actriz María Casares, Amparo, no quiso nunca regresar a Galicia y pasó sus últimos años de vida en el norte de Portugal donde falleció.

Mi tía Ana María, durante los años del exilio, fue violinista en diferentes orquestas y, de regreso a España, ejerció como periodista y desarrolló una gran actividad cultural siempre unida a sus ideales democráticos y progresistas. Autora de varios libros, su peripecia vital la dejó reflejada en el volumen de memorias titulado Soltando lastre. Antes de ver cumplido uno de sus mayores deseos, el ver regresar a A Coruña las cenizas de sus padres enterrados en el cementerio parisiense de Pére Lachaise, falleció en Madrid a los 87 años. Envuelta en la bandera republicana fue enterrada en el cementerio de A Coruña de San Amaro, frente a la mar oceánica que la vio nacer, por donde viaja ya su blanca barca.-