2007; 0,7

Tras las manifestaciones en Alicante y Valencia reclamando la pobreza cero y ante el Foro de Ciudades contra la Pobreza a celebrar en Valencia este año, se hace necesario actuar, como señalaba el propio lema de la manifestación, con menos palabras y más hechos, para hacer cumplir los acuerdos adoptados hace tiempo por las Naciones Unidas. En el año 2000 numerosos países firmaron la Declaración del Milenio para reducir la pobreza en el mundo, propiciar la enseñanza primaria, la igualdad entre hombres y mujeres, detener las epidemias y garantizar el desarrollo sostenible. Ya en el año 1970 las Naciones Unidas habían acordado que los países firmantes destinarían el 0,7% de su producto interior bruto como ayuda al desarrollo.

El gran retraso en el desembolso mundial de esta aportación hizo que Paul Kennedy, titular de la cátedra Dilworth de la Universidad de Yale, y autor entre otros trabajos de Auge y caída de las grandes potencias, se refiriera a ello como el escándalo de la pobreza mundial. La actual situación de confrontación mundial se favorece con la negación de hechos comprobados mientras se insiste en mentiras evidentes. No hay globalidad que sirva, sin localidad que valga, afirma al respecto Carlos Fuentes, y ello se ha vuelto a reiterar con motivo de la celebración en Hong Kong de la Asamblea de la Organización Mundial del Comercio.

En la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Financiación del Desarrollo celebrada en Monterrey, la Unión Europea adoptó el acuerdo de alcanzar gradualmente el porcentaje fijado, partiendo de la circunstancia de que sólo Suecia, Noruega, Dinamarca, Luxemburgo y Países Bajos cumplía con el mismo, hoy por ellos ya superado.

En España, a niveles estatal, autonómico y local nos movemos en porcentajes inferiores al 0,3%. Leire Pajín, secretaria de Estado para la Cooperación Internacional, apuntaba hace unas fechas el compromiso del Gobierno español de doblar el porcentaje actual, alcanzando el 0,5% en la presente legislatura.

El compromiso deportivo de la Copa del América va a ir acompañado de todas las obras públicas necesarias y de la participación de las diversas administraciones e instituciones para llevarlo a cabo. Numerosas entidades y ciudadanos entendemos que igualmente debería irlo el compromiso social para cumplir en ese año con la correspondiente aportación municipal y autonómica. De la misma manera que está previsto que la Unión Europea cumpla gradualmente con el compromiso adquirido y que España lo haga próximamente, Valencia debería aprovechar la oportunidad del 2007, así como la celebración del Foro de este año, para acordar su participación presupuestaria del 0,7% en la lucha contra la pobreza.

Sin olvidar que un 20% de la población valenciana está por debajo de nuestro umbral de pobreza, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2004, pues junto a la pobreza invisible del tercer mundo tenemos, justo al lado, la que no queremos ver.