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El convenio entre el Ayuntamiento y el Valencia no justifica la necesidad de la permuta

El acuerdo que hoy aprobará el pleno obvia el valor de los solares que se intercambian

El convenio entre el Ayuntamiento de Valencia y el Valencia Club de Fútbol -que el equipo de gobierno del PP que dirige Rita Barberá pretende aprobar hoy en el pleno- no justifica la necesidad de la permuta de terrenos prevista y, además, no tiene en cuenta el valor real de los terrenos que se intercambiarán. Así lo indica un estudio jurídico sobre el acuerdo. Este, según el portavoz socialista, Rafael Rubio, "lesiona los intereses patrimoniales de todos los valencianos".

"El Valencia pone un Seat 1.500 y el Ayuntamiento, un Ferrari; ambos tienen cuatro ruedas y un volante, pero no valen lo mismo". Con este ejemplo descalificó ayer el portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio, la operación de permuta de terrenos con el Valencia Club de Fútbol que hoy tiene previsto aprobar el pleno municipal gracias a un convenio -firmado el pasado día 20 por la alcaldesa, Rita Barberá, y el presidente del Valencia CF, Juan Bautista Soler- que tanto los socialistas como Esquerra Unida consideran ilegal. Ambos grupos han analizado el convenio desde el punto de vista jurídico y estudian las posibilidades de presentar recursos. La concejal de EU Victoria González esgrimió anteayer varias sentencias del Tribunal Supremo que han anulado permutas similares a la que ahora pretende llevar a cabo el Ayuntamiento de Valencia. Y ayer Rubio añadió que el convenio infringe la legalidad porque, entre otras cosas, no justifica la necesidad de la permuta, sin la cual no se puede llevar a cabo una operación de esas características.

El convenio de permuta establece las condiciones por las que el Valencia se hará con la titularidad del solar municipal de la avenida de las Cortes Valencianas, donde se edificará el futuro estadio, previsto para 2009, que sustituirá al actual campo de Mestalla. Los terrenos que ocupa este último darán paso, tras el derribo de la actual instalación deportiva, a bloques de viviendas, después de que el Valencia lograra su recalificación. También ha sido recalificado el solar en el que se ubicará el nuevo estadio, que, de parcela de servicio público deportivo -según consta grafiado en el Plan General de Ordenación Urbana- pasará a ser zona terciaria, lo que permitirá albergar todo tipo de negocios hosteleros, oficinas y comercios. A cambio de este terreno, el Valencia se obliga a compensar al Ayuntamiento con una "superficie equivalente" a los 70.000 metros cuadrados de la parcela de la avenida de las Cortes.

Un informe jurídico sobre la operación que obra en poder de los socialistas y al que ha tenido acceso este periódico cuestiona las diferentes fases de la operación: la recalificación del suelo que ahora ocupa el campo de fútbol, el cambio de uso de la parcela del futuro estadio y la permuta. Por lo que respecta a la primera, señala que no se especifica el aprovechamiento urbanístico total del ámbito de la unidad de ejecución porque ese ámbito no se delimita y además no prevé las medidas compensatorias para mantener la proporción y calidad de las dotaciones públicas: si se pierde la dotación deportiva que el Plan General grafió en Mestalla, debe aparecer otra superficie equivalente en otra zona de la ciudad.

En lo concerniente a las dos fases restantes, la recalificación de la parcela de la avenida de las Cortes Valencianas y la permuta, el informe señala en primer lugar que no se acredita la "necesidad" -para el Ayuntamiento- de proceder a ese intercambio. "En ningún momento queda acreditada la necesidad de efectuar la citada permuta por parte del Ayuntamiento de Valencia", explica, "ya que resulta evidente que si el Valencia CF desea edificar un nuevo estadio, puede perfectamente o construir uno nuevo en sus actuales terrenos o bien adquirir otros para su ubicación en los mismos". Y añade: "Pero nunca [queda acreditado] que sea necesario (y menos aún para el Ayuntamiento de Valencia) que deba efectuarse dicha edificación en los terrenos de un sistema general que debe desafectarse primero y luego transmitirse al club eludiendo la publicidad y competencia establecidas como regla general de toda transmisión a través de la permuta directa".El informe jurídico sobre el convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el Valencia CF que obra en poder de los socialistas y al que ha tenido acceso este periódico señala, además, que "debe reputarse nula la permuta entre un bien concreto y bienes futuros indeterminados cuya localización y valoración no se concreta en ningún momento". Por otra parte, explica que "el aumento de aprovechamiento lucrativo debe compensarse con aumento de nuevos suelos dotacionales, no con obtención de los que ya estaban calificados así en el Plan General modificado". Finalmente, tras puntualizar que "la equivalencia entre los bienes permutados no es en función de superficie, sino de valor", el informe jurídico precisa que "no se puede aprobar una permuta (ni siquiera el convenio para obligarse a ello) si previamente no se ha efectuado una valoración de los bienes a permutar".

Rafael Rubio, portavoz socialista municipal, consideró que el convenio "no se sostiene" y que la permuta "lesiona los intereses patrimoniales de todos los valencianos" y sentenció: "Cada vez que Barberá hace una permuta, perdemos todos y ganan unos cuantos". El concejal del PSPV aseguró que su partido está dispuesto a ayudar al Valencia y a "buscar soluciones posibles dentro del marco de la legalidad", pero apuntó al club de Mestalla al señalar que no le parece bien "que se quiera enjugar las deudas de una entidad a costa del patrimonio público" y puntualizó: "Puestos a hacer caja, que la haga el Ayuntamiento". Y sentenció: "No estamos dispuestos a que las dificultades del Valencia las paguemos todos".

"La peor solución"

Rubio afirmó que la permuta prevista en el convenio entre el Ayuntamiento y el Valencia CF que hoy pretende aprobar el PP en el pleno es la "peor solución" por la que se podía haber optado, porque el Consistorio "no gana nada" con esta operación. El portavoz socialista dijo que el convenio suscrito entre Barberá y Soler "está lleno de lagunas y es contradictorio" y aseguró que "se ha redactado de forma confusa" para que su interpretación "perjudique a los valencianos". Además, según el concejal, el convenio no contiene ninguna cláusula de suspensión y su mera firma "liga ya al Ayuntamiento", de manera que el Valencia CF "podría pedir su ejecución".

Rubio considera "una barbaridad, una burla a la inteligencia y una solemne tontería" que el Ayuntamiento deje al Valencia empezar las obras sin haber recibido a cambio los terrenos necesarios para completar la permuta. "No se puede permutar presente por futuro", aseguró Rubio, quien acusó al equipo de gobierno de cambiar la calificación del solar de la avenida de las Cortes Valencianas de suelo deportivo a terciario y, sin embargo, valorarlo como deportivo.

Por su parte, la alcaldesa, Rita Barberá, dijo que tiene un informe del jefe del servicio jurídico municipal que considera el convenio "ajustado a derecho" y acusó a los grupos de la oposición de "no querer que se hagan cosas en la ciudad".

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