Altadis renueva la cesión al Archivo de Indias de dos 'goyas' y sus legajos

La empresa tabaquera Altadis renovó ayer en Sevilla la cesión gratuita, por dos años más, del archivo histórico de la antigua Real Fábrica de Tabacos y de dos cuadros de Goya al Archivo de Indias, para que estos documentos sean accesibles a los investigadores y los dos cuadros se expongan al público.

Las pinturas son los retratos del rey Carlos IV y de su esposa, María Luisa de Parma, que ya fueron cedidos al Archivo de Indias en 1999 y que hasta ese momento estuvieron en el despacho del consejero delegado de Altadis, Antonio Vázquez, quien ayer suscribió en Sevilla con la ministra de Cultura, Carmen Calvo, este contrato de cesión gratuita. Vázquez y Calvo aseguraron que prosiguen las negociaciones para encontrar una solución definitiva a la cesión de los cuadros y del archivo integrado por 5.000 legajos y libros, que ocupan unos 1.700 metros lineales de estanterías. Esta documentación, la más antigua es del siglo XVII, es importante para el estudio no sólo del comercio del tabaco, sino también para la economía agraria, comercial e industrial de tres siglos, y para estudios como el de la incorporación de la mujer al trabajo en el siglo XIX, las famosas cigarreras que inmortalizara la ópera Carmen.

La documentación será trasladada a la sede del recién remodelado y ampliado Archivo de Indias entre enero y febrero, según anunciaron la directora del centro, Isabel Simó, y el historiador José Manuel Rodríguez Gordillo, que se ha hecho cargo de esta documentación, totalmente inventariada y ordenada desde hace años. Este archivo, que ha estado abierto al público en la sevillana sede de Altadis desde 1984, ha sido objeto de estudios y tesis doctorales, si bien durante los últimos años, por las obras en el Archivo de Indias y cuando ya estaba previsto su traslado ha permanecido inaccesible temporalmente.

Carmen Calvo resaltó la vinculación a Sevilla tanto de esta documentación como de los dos cuadros, de los que dijo que tienen un origen muy "popular, democrático y romántico", ya que fueron los trabajadores de la antigua fábrica de tabacos de Sevilla los que costearon el encargo hecho a Francisco de Goya con motivo de la visita a Sevilla y a la tabaquera de Carlos IV y su esposa. Los cuadros están ahora en Viena, en una gran exposición sobre Goya, que visitará posteriormente Berlín, tras lo cual volverán a mostrarse en el archivo sevillano, cuyo edificio, entre la Catedral y el Alcázar de Sevilla forma parte de un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad.