El juez de paz de Pinto dimite para evitar casar parejas del mismo sexo
Antonio Alonso renuncia por motivos jurídicos y religiosos
"El matrimonio homosexual va en contra de la ley de Dios", dice Antonio Alonso, juez de paz de Pinto. Por eso ha presentado su dimisión, ya que "motivos jurídicos y religiosos" le impiden tramitar uniones entre parejas del mismo sexo. Alonso, a favor de "la castidad" de los homosexuales, decidió dimitir después de que el Tribunal Constitucional rechazara el pasado día 14 los recursos de varios jueces del registro civil y de paz contra las bodas gays.
Antonio Alonso Marcos, de 27 años, es vecino de Pinto (60.000 habitantes), estudiante de doctorado en Relaciones Internacionales y catequista. Tiene novia formal con la que se va a casar dentro de un año. Alonso fue elegido juez de paz de Pinto el pasado abril, y desde entonces se ha visto envuelto en la polémica.
Este aspirante a profesor universitario se negó el pasado otoño a tramitar dos expedientes de matrimonios homosexuales en su ciudad, alegando que las bodas entre gays son "inconstitucionales", lo que llevó al Ayuntamiento de Pinto (PSOE) a celebrar un pleno urgente para pedir su dimisión. Una de las parejas perjudicadas terminó celebrando su boda en Canadá.
Alonso presentó hace unos meses un recurso, al igual que otros jueces de registro civil y de paz, contra la ley que permite casar a personas del mismo sexo, pero el Tribunal Constitucional rechazó el pasado día 14 admitir a trámite estos recursos. Al ver que el alto tribunal le quitaba la razón, Alonso decidió presentar su dimisión, pero no sólo por motivos jurídicos, sino también "morales y religiosos". Este hombre católico y "orgulloso de serlo" asegura que san Pablo dijo "que los homosexuales no heredarán el reino de los cielos" y que lo que cada uno hace en su alcoba "sí que le importa a Jesucristo". "A Jesús claro que le importaba lo que hacía Magdalena con otros hombres", sentencia, mientras llena su argumentación de citas bíblicas. Sin embargo, admite que en el Nuevo Testamento no hay condena a las relaciones entre personas del mismo sexo, "pero es que en esa época la homosexualidad no era muy común".
Contra el preservativo
Alonso, contrario también al uso del preservativo, asegura que las relaciones sexuales tienen que mantenerse dentro del matrimonio y que los homosexuales, si no pueden casarse, "deben mantener la castidad". Para él, la ley que permite las bodas entre personas del mismo sexo es "autoritaria y discriminatoria". "O pasas por el aro o te obliga a salirte de la Administración, como me ha pasado a mí. En el fondo, más que dimitir me han echado", critica. "La ley destruye el matrimonio porque la sustancia de esta institución es que haya diferencia de sexos para procrear", agrega.
El todavía juez de paz -el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tiene que admitir su dimisión- descansa estos días en Cadalso de los Vidrios. El camarero de una cafetería le advierte: "¡Antonio, sales por la tele!". Y un cliente, al ver las imágenes, le grita: "¡Muy bien Antonio, has dicho que mariconadas, las justas!". "Bueno, tampoco es eso...", responde, algo molesto, el aludido.
El cura del pueblo le saluda a través del cristal de la cafetería con la mano. "He tenido mucho apoyo de sacerdotes y también del obispo de Getafe, que me recibió personalmente", cuenta Alonso. El presidente de la Asociación de Jueces de Paz de la Comunidad, Félix Gallego, mostró ayer su apoyo al dimisionario. "Lamento lo que ha pasado; hay una nula independencia entre la justicia y la política. Voy a pedir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que no acepte la dimisión", advirtió.
Juan Tendero, alcalde socialista de Pinto, se mostró "satisfecho" con la dimisión. "Al fin podremos volver a la normalidad y ser un municipio como el resto", concluyó.
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