España se plantea retirar sus tropas de Kosovo si la provincia serbia se independiza

España se planteará retirar sus tropas de Kosovo si este territorio, administrado por la ONU desde los bombardeos de la OTAN de 1999, opta por la independencia. El ministro de Defensa, José Bono, que ayer visitó Base España, en la localidad kosovar de Istok, es contrario a que el Ejército español colabore a consolidar la secesión de lo que jurídicamente es todavía una provincia serbia. El ministro visitará hoy Pakistán, donde mañana será recibido por el presidente del país, el general Pervez Musharraf.

Ayer, en una breve alocución a los soldados, el ministro Bono apeló a los 10.000 muertos que dejó la última guerra balcánica para defender la radical igualdad de todos los seres humanos y criticar a quienes "están dispuestos a levantar fronteras en cualquier lugar. Hay gentes tan torpes que hacen de la diferencia su bandera. Mirad adónde conduce exacerbar las diferencias", les dijo.

El representante especial de Naciones Unidas, el finlandés Martti Ahtissari, ha iniciado negociaciones aún informales para definir el futuro estatuto de Kosovo, que debería estar listo para el próximo verano. Las posturas son irreconciliables: mientras Belgrado se muestra dispuesta a admitir cualquier cosa menos la independencia, las autoridades de Pristina no aceptan menos. Se basan en que el 90% de la población -que es albano-kosovar, tras el éxodo que se produjo de la minoría serbia- apoya esta opción y disfruta ya de una independencia de hecho.

Pese a ello, el Gobierno español, uno de los pocos europeos de peso que no tiene representación directa en Kosovo, se muestra muy cuidadoso al respecto y el ministro Bono estuvo ayer acompañado durante su visita por el embajador de España en Serbia-Montenegro, José Riera.

En diciembre de 2003, bajo mandato del PP, el Gobierno decidió ya retirar el contingente de Kosovo -que, con 722 efectivos, es actualmente el más numeroso que tiene España en el extranjero-, pero renunció a ello tras los disturbios de marzo de 2004 entre serbios y albaneses.

La KFOR, nombre que recibe la fuerza de la OTAN en Kosovo, se encuentra en proceso de reorganización, para pasar de las actuales cuatro brigadas multinacionales a cinco agrupaciones tácticas. Las tropas españolas, que están encuadradas en la brigada suroeste con Alemania e Italia, podrían unirse al contingente italiano o formar en solitario un batallón de reserva, para acudir a aquellos lugares donde surjan problemas. Los expertos militares estiman que las fuerzas de la KFOR (16.284 soldados en total) podrían reducirse a la mitad en 2007 e incluso unirse con la operación en Bosnia, bajo mando de la UE, pero todo ello está subordinado al acuerdo político sobre el futuro de Kosovo.

"Calma inestable"

El coronel Casimiro Sanjuán, jefe de la fuerza de intervención Tizona (procedente en su mayor parte de la Brigada Mecanizada de Córdoba), explicó ayer al ministro que en Kosovo se vive una "calma inestable", y una situación "volátil". Aunque no se producen ataques contra las tropas de la OTAN ni enfrentamientos étnicos, la libertad de movimientos de la minoría serbia está "restringida, más que nada porque tiene miedo", según dijo el coronel.

Algún fundamento tendrá ese temor cuando, a continuación, dijo que ha desaconsejado a las monjas del monasterio ortodoxo de Goriok que salgan sin escolta militar. En la zona de responsabilidad española sólo quedan 600 serbios de los 7.400 que había antes de la guerra. La mayoría reside en guetos, como el del valle del Osojane, donde hay permanentemente una compañía española para protegerlos.

Tras concluir su visita a Kosovo, segunda escala después de Bosnia de una gira para felicitar las Navidades a los 2.800 militares españoles desplegados en el exterior, el ministro viajó ayer por la tarde a Pakistán, donde hoy visitará el destacamento que presta ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto del pasado 8 de octubre en Cachemira. Bono anunció que ha dado la orden para que el contingente español en Pakistán comience a volver a España a partir del 11 de enero. Esta previsto que mañana el ministro sea recibido por el presidente del país, el general Pervez Musharraf.