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El Ayuntamiento de Barcelona cierra 70 locales nocturnos en 2005

Los excesos en el aforo y las quejas por ruidos motivan la mayoría de las clausuras

Lluís Pellicer

Los bares y discotecas acaban el año 2005 con un récord de clausuras en Barcelona. La Federación Catalana de Asociaciones de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) afirmó ayer que el Ayuntamiento ha ordenado este año el cierre de 70 establecimientos (las últimas cinco órdenes se han producido esta semana). La mayoría de los cierres se deben a que los locales originan exceso de ruido, superan los aforos permitidos o desarrollan su actividad sin la licencia adecuada.

Fuentes del Ayuntamiento no pudieron confirmar que se hayan producido 70 intervenciones, pero sostuvieron que "si no es esta cifra, se aproxima mucho". Sin embargo, añadieron que no todas las clausuras han sido definitivas, sino que muchas se han efectuado "de manera cautelar".

El jueves a medianoche, por ejemplo, la Guardia Urbana acudió a un local de la calle de Marià Cubí para revisar el aforo. Lo superaba, por lo que el establecimiento fue precintado ayer por la mañana. "Por una parte se nos pide un tope imposible de cumplir, porque entonces la copa costaría 30 euros. Pero si aun así queremos cumplir la normativa, resulta que se queda gente en la calle, provoca ruidos y recibimos denuncias", lamentó un portavoz de la Fecalon.

Bares reincidentes

Según los empresarios, la Guardia Urbana ha precintado en más de una ocasión varios de los 70 locales por reincidir. Prácticamente todos están ubicados en los distritos de Ciutat Vella, Sarrià-Sant Gervasi y el Eixample. El sector reclama a la Administración negociar los aforos y ampliar los horarios y los servicios nocturnos de transporte público. De hecho, ahora las discotecas deben cerrar entre las 4,30 y las 5.00 horas, cuando parte del transporte público aún no funciona. Y ello, dice el sector, significa más gente en la calle y más quejas vecinales.

La Fecalon, en colaboración con la compañía de bebidas Diageo, empezó ayer una campaña por el consumo responsable de alcohol en establecimientos de Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla. Varios grupos de jóvenes entran en bares y discotecas para promover que los usuarios regresen a casa en transporte público. Una portavoz de la campaña explicó que están negociando con los empresarios el bonotaxi, una medida que ya funciona en Valencia y que consiste en que los hosteleros asumen parte del coste de este transporte.

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El coche es el medio más usado por los jóvenes (80%) para salir de fiesta en Valencia y Sevilla, según los datos que a partir de las campañas informativas ha recopilado Diageo. La proporción cae en picado en Madrid (37%) y Barcelona (39%), dado que hay más oferta de transporte público durante la noche.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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