La inspección controlará en 2006 las 300 empresas con más accidentes laborales

Cada día mueren en España entre cuatro y cinco trabajadores en el desempeño de su actividad. Representan una quinta parte de los fallecimientos por accidentes de tráfico y, sin embargo, la sensibilidad que generan es mucho menor. Las muertes en el tajo se han acentuado en el último año, con un incremento del 7,6% respecto a 2004. Para intentar revertir la tendencia, Gobierno y agentes sociales han acordado un plan que comenzará a aplicarse en enero. Por primera vez la Inspección de Trabajo va a llevar a cabo en todo el país un control de las 300 empresas con mayor siniestralidad.

El número de trabajadores muertos cada año en su puesto de trabajo se aproxima peligrosamente a los 1.000, una barrera de la que España apenas consigue separarse. Sólo en 2004, ejercicio en que se intensificó el interés por reducir los siniestros, la cifra quedó por debajo de ese nivel. Pero este año la tendencia es opuesta. Con datos hasta octubre, los accidentes mortales suman ya 849.

Tanto el Gobierno como los sindicatos admiten que se ha producido una cierta relajación en este asunto, y que eso explica en buena parte el cambio de tendencia. Por ese motivo, el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos han acordado un plan urgente para ponerle freno. La medida más novedosa consiste en controlar a las empresas con presencia nacional, cuyos índices de siniestralidad están por encima de la media. El objetivo es abarcar 1.000 grandes empresas, aunque de momento el año que viene se experimentará con una cifra de entre 250 y 300.

"Es la primera vez que se realizan acciones específicas por parte de la inspección", destaca el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez. El control se centrará en comprobar si las empresas investigadas, que serán aquellas donde concurran varias actividades y, por tanto, proclives a subcontratar, cumplen con la coordinación que la ley exige para prevenir los riesgos laborales.

No sólo serán grandes constructoras, aunque este sector aglutina buena parte de las muertes en el trabajo. También se prestará especial atención a la industria química, siderúrgica o la construcción naval, asegura Gómez. Los implicados en este proyecto confían en aproximar las cifras españolas (siete muertos por cada 100.000 trabajadores) a las europeas (más de cuatro).

A partir de enero, los inspectores comenzarán a realizar visitas a esas empresas para vigilar que cumplan con la norma. Y la inspección de trabajo incorporará esa iniciativa a su plan de actuación para el año próximo.

La idea ha suscitado el entusiasmo de los sindicatos. "Lo bueno del grupo de trabajo es que estamos todos representados y que las decisiones serán vinculantes", reflexiona Dolors Hernández, secretaria de Salud Laboral de UGT. "Si se sabe que la autoridad está encima, las empresas van a reaccionar", vaticina Joaquín Nieto, de CC OO. No obstante, la CEOE asegura que los criterios de selección de empresas no están decididos y que, en todo caso, "la inspección no necesita ningún acuerdo de las organizaciones empresariales para actuar". Así lo subraya Pilar Iglesias, responsable en esta negociación por parte de la CEOE.

Uno de los aspectos más inquietantes y desconocidos de las muertes en el trabajo es su relación con el tráfico. Entre un 30% y un 40% de los accidentes mortales se producen en los trayectos de ida o vuelta al trabajo, según UGT. Para indagar en este aspecto, el Ministerio de Trabajo realizará un estudio con la Dirección General de Tráfico.

El tercer aspecto más importante de lo acordado en la comisión de salud consiste en prestar mayor atención a los inmigrantes, un colectivo más expuesto a los accidentes laborales que la media por realizar los trabajos más penosos y sin formación. El ministerio intentará realizar diferentes labores, entre ellas distribuir información sobre riesgos laborales en otros idiomas diferentes al español.