Antonio Gala, fumador solidario
El escritor cordobés Antonio Gala encendió un cigarrillo en mitad de una rueda de prensa en Vitoria como signo de protesta por la ley que restringe el consumo de tabaco, que denominó "ley antipática". Gala, que presentó en la capital alavesa su último libro, El poema de Tobías desangelado, se fumó el cigarro "no porque me apetezca, sino por contradecir", y señaló que no es fumador porque no es "adicto a nada, ni a la vida siquiera". "La gente se desahoga un poco fumando, y quienes fuman son los supervivientes al CO2 de los coches, de la contaminación y al CO2 de las respiraciones de los políticos", indicó el escritor andaluz, quien se preguntó "¿por qué no va a fumar la gente de cuándo en cuándo?". En su opinión, la ley que entra en vigor a partir del 1 de enero de 2006 "es una ley bien antipática, porque el Estado, de los impuestos del tabaco, gana algo más que el presupuesto del Ministerio de Defensa, y podría pagar con eso las terapias para dejar de fumar o por haber fumado en exceso". Sin embargo, agregó, el Gobierno "lo único que hace es prohibir, y cualquier ley que sea simplemente prohibitiva es mala y antipática".
