Un relevo por etapas
El relevo de Antonio Fazio podría llevar algún tiempo, quizá meses. El Consejo Superior del Banco de Italia, que representa a las entidades bancarias privadas propietarias de la institución, recibirá hoy mismo la carta de renuncia.
El nombramiento de un sucesor sería cuestión de días en una situación normal. Gobierno y oposición se declararon ayer dispuestos a pactar el nombre del nuevo gobernador, basándose en un perfil parecido al del ex comisario europeo Mario Monti.
El problema radica en que no se puede elegir un gobernador sin aprobar antes una nueva ley sobre su mandato, porque se repetiría la incómoda intangibilidad vitalicia de que disfrutaba Fazio.
Por el momento será el actual director general, Vincenzo Desario, quien asuma el mando de forma interina en el Banco de Italia. Si, como se prevé, el Gobierno aprueba hoy mismo una nueva ley, todo dependerá de la rapidez con que el Parlamento tramite la reforma.
La agenda parlamentaria está cargada, aún se debate el presupuesto y la legislatura termina, por elecciones, el 17 de febrero.
En el caso de que para entonces no hubiera entrado en vigor la reforma de las instituciones de ahorro, con un mandato limitado a cinco o seis años para el gobernador del Banco de Italia, la interinidad de Vincenzo Desario se prolongaría hasta principios de verano.
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