Metamorfosis en Inmocaral

"Queremos que Inmocaral sea una inmobiliaria de referencia para el inversor y para el sector. Para ello vamos a dar entrada a inversores de relieve que se sumen a los que ya tenemos y que potencian el proyecto", afirma Luis Portillo. Tras el éxito de su oferta pública de adquisición (OPA) sobre el capital de Inmocaral hace un mes, el empresario sevillano está dispuesto a no perder un minuto en su nueva aventura. Ha nombrado ya un consejo de administración de transición (él no puede asumir la presidencia hasta que se modifiquen los estatutos de la sociedad) y ultima estos días los contactos para incorporar nuevos socios a Inmocaral, entre los que podrían hallarse algunas cajas de ahorros.

Portillo va a transferir los activos inmobiliarios de su grupo a una compañía con 17 empleados y beneficios menguantes, pero que cotiza en Bolsa

Tras lograr la permanencia de Del Pino y Koplowitz, el nuevo accionista de control de Inmocaral busca incorporar al capital alguna caja de ahorros

"Lo que buscamos con esta adquisición es tomar posiciones en una inmobiliaria sólida y cotizada, a la que podemos aportar la totalidad de nuestro proyecto inmobiliario. Inmocaral, según nuestro análisis, ha sido adecuadamente gestionada, y tiene una buena cartera de activos y una buena marca. Por eso vamos a convertirla en la cabecera de nuestros intereses en el sector, vamos a mantenerla cotizando en Bolsa y vamos a desarrollar a través de ella un proyecto de futuro", anticipaba en octubre, en unas declaraciones, Luis Portillo.

Una singladura para la que está armando un "cascarón vacío", o medio vacío, explican fuentes del sector, al que quiere transformar en unos meses en el quinto buque insignia del sector inmobiliario doméstico y más adelante en una inmobiliaria internacional.

Ese cascarón, Inmocaral, surgió hace cuatro años a partir de los inmuebles del Grupo Fosforera Española, que estaba a punto de liquidación. Aunque hasta fecha reciente, hasta la entrada en su capital de algunas sociedades de Alicia Koplowitz y del ex presidente de Ferrovial Rafael del Pino, esta inmobiliaria ha seguido siendo percibida en Bolsa como un "chicharro" (una compañía pequeña, con escaso capital susceptible de compraventa diaria en Bolsa y sometido a grandes variaciones de precio con un mínimo volumen de negociación, según el argot de los operadores del mercado).

80.000 metros cuadrados

Inmocaral, que cuenta con 17 empleados y ha registrado una reducción del 80,2% en su beneficio neto hasta septiembre, que se situó en 587.000 euros, ha basado hasta ahora su estrategia en la rotación de oficinas una vez optimizadas sus rentas de alquiler. Cuenta con unos 80.000 metros cuadrados en oficinas y viviendas en Madrid y Barcelona. La muerte por una enfermedad cardiaca de su presidente y consejero delegado, Francisco Carrasco, el 31 de octubre de 2004, desbarató algunos planes de reactivación de la inmobiliaria y llevó a su socio de referencia, la familia Carrasco, titular del 72,3% de su capital, a buscar comprador para sus acciones.

Finalmente lo ha encontrado en Portillo. La familia Carrasco se comprometió a venderle títulos representativos de al menos el 51% del capital en la OPA que iban a lanzar dos de sus sociedades, Tersina y Quetro, sobre el 100% de Inmocaral. Y ello pese a que el precio de la oferta, 1,86 euros por acción, valoraba Inmocaral en 251,6 millones, un 21% menos que el correspondiente a su cotización del día anterior a la presentación de la OPA. Portillo, que contaba también con el compromiso de permanencia en Inmocaral de las sociedades inversoras de Del Pino y Koplowitz, cerró con éxito su oferta de compra, al hacerse con el 72,35% de Inmocaral (toda la cartera de la familia Carrasco y alguna pequeña participación más), a mediados de noviembre.

El nuevo socio de referencia, según los planes que ha avanzado el grupo sevillano (recientemente articulado en un holding dependiente de Zent Inversiones), va a desarrollar de inmediato una reorganización societaria mediante la aportación a Inmocaral de sus activos inmobiliarios. El valor estimado de estos activos, según un estudio realizado en junio por CB Richard Ellis, asciende a 565,7 millones de euros brutos y unos 392,2 millones netos. Tras esta aportación, señalan en Zent, el valor bruto de los activos de Inmocaral "superará los 800 millones", lo que la va a situar "entre las cinco mayores inmobiliarias cotizadas en Bolsa".

Entre los activos que se van a aportar a Inmocaral figuran promociones en Sevilla y Madrid; reserva de suelo en Madrid, Almería y Sevilla; hoteles, y edificios de oficinas y espacios comerciales.

La principal misión del nuevo consejo de administración de Inmocaral, en el que figura Portillo como vicepresidente y consejero delegado, y al que se ha incorporado también su esposa, María Jesús Valero, va a ser la preparación y posterior convocatoria de una junta general, a celebrar en breve, en la que se presentará a los accionistas la nueva estrategia y los nuevos socios, se modificarán los estatutos y se dará luz verde a un nuevo consejo de administración presidido por el empresario sevillano.

Los planes de Portillo, además de proceder a una ampliación de capital con la que se va a instrumentar la citada aportación de activos, pasa por incorporar a los mandos de Inmocaral a su equipo de ejecutivos sevillanos y por ampliar en lo posible el número de acciones susceptibles de negociación en Bolsa. Como anticipo de este último objetivo, Tersina acaba de vender un 0,264% de Inmocaral para agregar liquidez al valor.