Para llorar

Como vecino de Pozuelo de Alarcón y usuario de Autobuses Llorente escribo para pedir de manera enérgica que alguna autoridad de la Comunidad de Madrid, del Transporte o quien tenga competencia, tome cartas en este lamentable caso. Los autobuses han prestado, y no digamos ahora, un lamentable servicio desde hace tiempo en la zona que atienden. Conocemos ahora las quejas muy válidas de los conductores en cuanto a las injustas condiciones de trabajo, las pésimas condiciones de las unidades que conducen...

Pero, además, conviene señalar que con el objeto de cumplir con los horarios imposibles que los directivos de Llorente les imponen, su conducción ha ido a peor, por lo que manejan rápida y temerariamente en ocasiones.

Y resulta increíble que después de más de un mes de un servicio equiparable al transporte de un país tercermundista, no haya habido quien lleve al orden a los propietarios/concesionarios.

O sea, que ahora la empresa pide protección y seguridad cuando se ha negado a corregir todas sus anomalías, a pactar con los conductores, a arreglar las unidades y a corregir la situación.

Es el colmo del descaro de su parte y de la autoridad competente, quien ya debía a estas alturas haberlos sustituido por otra compañía que sí sepa prestar el servicio.

Y por último, ¿quién nos va a devolver el importe por el no uso de los abonos mensuales de mis hijos y los míos? ¿Tenemos alguna esperanza? Es una vergüenza y una tomadura de pelo.