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Malí acepta negociar un acuerdo con España para readmitir a 'sin papeles'

"El Gobierno está donde tiene que estar", dice Moratinos tras la gira

Malí, uno de los grandes emisores de emigración subsahariana hacia Europa, se comprometió ayer a negociar "lo antes posible", según precisó el ministro maliense de Exteriores, Moctar Ouane, un acuerdo de regulación de flujos migratorios con España que incluya todos los aspectos del problema, y, por tanto, la readmisión de los que estén en situación irregular. Ouane insistió además en que la dimensión de este desafío es "más que bilateral", y confirmó la participación de su país en la Conferencia Ministerial sobre Migraciones.

El acuerdo se logró ayer, al término de la primera gira africana del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, que, en un primer balance, declaró haber cubierto dos objetivos principales: cumplir el compromiso electoral del PSOE de "estar cerca de los que demandan solidaridad", y "defender con eficacia los intereses de España". "Este Gobierno ha entendido que África no es un continente pobre, sino empobrecido; no es un continente marginal, sino marginalizado; no es un continente enfermo, sino contaminado por plagas; y no es un continente viejo, sino joven".

"El Gobierno está donde tiene que estar, en el momento que tiene que estar", añadió Moratinos. No quiso ir más allá en la respuesta a las críticas del PP sobre si hubiera tenido que pasar la semana en Bruselas, mejor que en África, pero sí subrayó que ha dedicado los últimos días a visitar países que juegan un papel clave en una de las cuestiones más acuciantes a que se enfrenta España en estos momentos. La inmigración ilegal es cada vez más subsahariana, y difícilmente se le puede pedir a Marruecos que contenga esa oleada si el vecino del sur no tiene, a su vez, la oportunidad de repatriarlos.

Ghana y Nigeria son grandes emisores de esta emigración, y el segundo es base de muchos grandes traficantes de hombres. También Malí, que como Níger juega un papel fundamental como país de tránsito. Tres años después de la ley española que pretendió a hacer frente a un fenómeno que había estallado hacía ya tiempo, ningún representante del Gobierno había puesto apenas pie en estos Estados. Tampoco en Mozambique y Angola, salvo por temas de pesca, pese a que son receptores prioritarios de la ayuda española.

Moratinos ha sido el primer ministro español que ha visitado Mozambique, Níger o Malí. En otras escalas de su gira, su presencia ha sido visiblemente bien acogida. Todos los países citados en relación con los flujos migratorios se han comprometido a negociar acuerdos bilaterales.

España acordó, además, ayer con Malí el envío inmediato de un oficial de enlace de Interior y la creación de un grupo de trabajo para estudiar la falsificación de documentos, todo ello en relación con los flujos migratorios. Ghana admitirá, por su parte, el envío de unos 25 de sus ciudadanos en situación irregular en España, como muestra de voluntad para aplicar un acuerdo sobre inmigración que aún no ha ratificado. Moratinos espera que el ejemplo contribuya a vencer la negativa de Camerún o Guinea Conakry de asumir compromisos frente a un fenómeno en el que sólo quieren ver ventajas demográficas y económicas, por las remesas de sus emigrantes.

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Cooperación económica y ayuda al desarrollo son las contrapartidas lógicas que los países africanos piden por su esfuerzo. El Gobierno ha desplegado en torno a esta visita una batería de instrumentos financieros, con la promesa de aportar ayudas alimentarias de en torno a un millón de euros a Níger y otro tanto a Malí, los dos países más desastrados y con los que hasta ahora no había compromisos. Moratinos firmó, además, en Abuja una aportación de tres millones de dólares a la Confederación Económica de Estados del África Occidental, organismo regional que apadrina Nigeria.

El Gobierno seguirá condonando deuda a los países subsaharianos, un empeño que, en promesas y realizaciones, suma ya dos millones de euros. Los países próximos al Sáhara incluidos en esta gira han apoyado la idea de que el flujo migratorio es un problema de dimensiones continentales, y han confirmado su asistencia a la Conferencia sobre Migraciones y Desarrollo, que España y Marruecos quieren celebrar en mayo.

El Gobierno espera lograr en ese encuentro una mayor sensibilización europea y un mayor compromiso político y financiero de la UE con el control de sus fronteras exteriores, especialmente de los flujos procedentes del Sahel y su perímetro meridional. Moratinos ha renovado un interés de la política exterior española hacia África que no se conocía desde finales de los setenta, cuando el movimiento independentista MPAIAC reivindicaba la africanidad de Canarias.

Miguel Ángel Moratinos y su homólogo de Malí, Moctar Ouane, durante la rueda de prensa en Bamako.
Miguel Ángel Moratinos y su homólogo de Malí, Moctar Ouane, durante la rueda de prensa en Bamako.EFE

88 detenidos o rescatados

La Guardia Civil y los servicios de Salvamento Marítimo detuvieron o rescataron del mar entre la noche del viernes y la madrugada de ayer a 88 'sin papeles' subsaharianos, que intentaron llegar hasta las islas Canarias en cuatro pateras. Una de las barquillas fue hallada a la deriva en alta mar con 12 magrebíes, que aseguraron que el patrón los abandonó cuando se averió el motor. Según declararon a la Guardia Civil, el piloto de la patera saltó a otra embarcación que navegaba en paralelo con otros 18 extranjeros. Una con exactamente ese número de africanos fue localizada nada más tomar tierra en Gran Canaria. A esta isla han llegado en lo que va de mes un total de 279 inmigrantes irregulares en patera. Entre los 88 inmigrantes apresados en las últimas horas se encuentran un menor de edad y una mujer. El resto son varones adultos, la mayoría de ellos subsaharianos, aunque 12 son de origen magrebí.

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