Fortuna inicial para España

Ucrania, la única selección europea que debutará en el próximo Mundial; Túnez, que sólo ha ganado un partido en una fase final, y Arabia Saudí, el equipo más goleado (12 tantos) en la edición de Japón y Corea del Sur 2002, serán los adversarios de España en la primera fase de la cita alemana de 2006. Al equipo de Luis Aragonés el sorteo le resultó benévolo, pues evitó a sus vecinos más relevantes (Holanda y Portugal, por ejemplo) y a los suramericanos, siempre competitivos. Encuadrada en el Grupo H, será el último cabeza de serie en debutar en un torneo que abrirá el telón el 9 de junio, en Múnich, con un Alemania-Costa Rica. La selección española se estrenará cinco días después, el miércoles 14, frente a Ucrania en Leipzig, sede del sorteo. En principio, porque los horarios pueden ser variados, debutaría a las 15.00 horas. Su segundo envite será ante Túnez, el lunes 19, en Stuttgart (18.00). La primera fase la cerrará en Kaiserslautern, el viernes 23, ante Arabia Saudí (21.00). Brasil, la gran favorita, comenzará el 12 en Berlín. Su primer rival: Croacia. Australia y Japón, dos cuadros débiles, serán sus otros oponentes. Lo peor para España es que, salvo sorpresas, Francia o Suiza se cruzarán a su paso por los octavos de final. Si avanzase, Brasil, salvo descalabro, será inevitable.

Como ya le ocurriera en 2002, Argentina, otra de las grandes aspirantes, se tendrá que poner a prueba en el grupo más huesudo. Costa de Marfil, Serbia y Holanda serán sus contrarios. El pulso con Holanda (Francfort, 21, a las 16.00) ofrece el cartel más atractivo de la primera fase con la final de 1978 en la mente. Argentina ganó entonces (3-1) en la prórroga.

Al equipo anfitrión, el sorteo de Leipzig también le hizo mirar por el retrovisor. Nadie en Alemania olvida la semifinal de 1974, cuando un gol de Müller acabó con la resistencia polaca en Francfort. Cuatro días después, en Múnich, Alemania levantó su segunda Copa. Significativo también resultará el Portugal-Angola del 11, ironías del destino, en Colonia. Los angoleños, que jamás han disputado un Mundial, tendrán que medirse con su ex colonizador.

Fue el ex jugador camerunés Milla quien sacó la bola de España en el último lugar. A continuación, Cruyff sacó el nombre de Túnez, la selección del francés Roger Lemèrre, el único técnico que ha ganado una Eurocopa -con Francia, en 2000- y una Copa de África. Lemèrre fracasó en su última peripecia con Francia: en Corea no pasó de la primera fase. Túnez, que jugará su tercer Mundial -estuvo en 1978, 1998 y 2002- superó a Marruecos y Guinea. Ha jugado nueve partidos mundialistas, de los que ha ganado uno y empatado tres: 5 goles a favor y 11 en contra. No tiene ningún jugador relevante y para la afición española el más conocido es Nafti, ex del Racing. También destaca el lateral derecho Trabelsi, del Ajax, y el brasileño nacionalizado Santos.

Tras la aparición de Cruyff en el Palacio de Congresos de Leipzig, tomó el testigo Pelé, encargado de hacer girar la ruleta de los equipos europeos. El brasileño adjudicó a España la Ucrania de Shevchenko, que se bautizará en un Mundial tras superar a Turquía, Grecia y Dinamarca. El equipo gira sobre el milanista Shevchenko, que cumplirá su sueño de jugar el torneo de mayor alcurnia. Para lograr tal éxito, se ha aliado con el otro gran jugador que ha acunado Ucrania: el inolvidable internacional soviético Oleg Blokhin, aquel extremo con cuerpo de velocista que se encumbró en la URSS. Hoy, tras flirtear con la política, entrena a Ucrania.

Por último, fue Matthäus quien emparentó a España con Arabia Saudí, con un entrenador con lazos sevillanos. El argentino Gabriel Humberto Calderón, ex del Betis, se encarga de su banquillo. Entre sus ayudantes hay otros dos conocidos: Anzarda, ex del Madrid y el Betis, y Amieiro, el instructor de Casillas hasta hace unos meses. Túnez ha participado en las ediciones de 1994 -llegó a los octavos- y 1998 y 2002.