Una iniciativa sin "las mínimas condiciones de calidad"
El último proyecto de ley de la Consejería de Educación ha levantado ampollas. Pese a que el Gobierno regional considera que la futura universidad a distancia de Madrid garantiza la libertad de escoger centro educativo, el proyecto no cuenta con el respaldo de la comunidad universitaria.
Tanto el Consejo de Coordinación Universitaria, que depende del Ministerio de Educación y Ciencia como el Consejo de Universidades de la Comunidad de Madrid emitieron un "dictamen desfavorable" sobre la propuesta de la futura universidad.
"El consejero de Educación, Luis Peral, se escudó en que el proyecto cumple los requisitos legales. Sin embargo, los poderes públicos deben velar por que no sea un engaño para el usuario y que tenga las mínimas condiciones de calidad, que el proyecto que nos presentaron no cumplía", afirma el secretario de Investigación y Universidades del PSOE, José Antonio Díaz, que asistió al debate en el seno del consejo regional. Entonces, ninguna universidad pública votó a favor de la propuesta, y los rectores de las privadas se abstuvieron.
Peral explica en cambio que es una iniciativa que romperá el monopolio de la enseñanza a distancia de la UNED. "No creemos que deba haber limitaciones", recalcó. Según él, la futura universidad "atenderá una demanda de personas que necesitan estudiar a distancia, por el motivo que sea, y que prefieren hacerlo en la privada y hasta ahora no podían".
Reparos del ministerio
El dictamen del Consejo de Coordinación Universitario pone varias pegas al proyecto. Una de ellas es que de la información aportada "no se desprende que la personalidad jurídica de UDIMA sea diferente de la de su entidad promotora", como establece la Ley Orgánica de Universidades (LOU) en su artículo 2.1.
También recalca que es "confuso el procedimiento de elaboración y aprobación de los planes de estudios", así como que el proyecto "incumple las previsiones de la LOU", puesto que no recoge la exigencia de que decanos y directores de departamento deban ser doctores, ni que los profesores deberán obtener la "evaluación positiva de su actividad docente e investigadora por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación".
Rosa María Segarra, directora del centro asociado de la UNED en Madrid, se mostró indignada con la propuesta: "Me parece demencial que se haga a estas alturas una universidad con todos los rectores en contra. En todas las universidades está habiendo falta de alumnos y el único que se está manteniendo es este centro universitario".
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