La infanta Leonor sale de compras

Eran poco más de las cuatro de la tarde de ayer cuando los príncipes de Asturias llegaron a un centro comercial situado en Alcobendas, una localidad a las afueras de Madrid, empujando un cochecito de bebé en el que iba su primera hija, la infanta Leonor.

La pareja miraba escaparates y entraba en algunas tiendas para elegir regalos de Navidad. No es la primera vez que los príncipes acuden a este centro comercial para hacer sus compras navideñas. Pero este año lo han hecho con su recién nacida hija, de la que intentan separarse lo menos posible.

La infanta Leonor, que ya ha cumplido su primer mes de vida -nació el pasado 31 de octubre en la clínica Ruber de Madrid-, dormía plácidamente en su cuco, aunque cuando se despertó y protestó, fue rápidamente rescatada por los brazos de su padre.

En estas semanas, la infanta Leonor ha cogido peso y abre curiosa sus ojos, claros; sus rasgos también han cambiado y se parece más a su padre. Su pelo, que parecía castaño cuando nació, es ahora más rubio y lo lleva más corto.

Esta es la primera imagen de la pequeña desde que abandonó la clínica en la que vino al mundo. Y una de las escasas apariciones de doña Letizia, que ha suspendido todas sus actividades oficiales para dedicarse a criar a su hija.

La princesa de Asturias tan sólo ha acudido desde que dio a luz a un acto, la recepción que se ofreció en el Palacio Real con motivo del 30 aniversario de la llegada al trono de don Juan Carlos.

Cuando los príncipes se vieron sorprendidos por el fotógrafo no pusieron reparos a mostrar a la pequeña, para a continuación seguir entrando y saliendo de las tiendas. Eso sí, ante las miradas curiosas de las personas que no daban crédito a lo que veían: los príncipes y la infanta Leonor paseando por un centro comercial.

No hay duda de que don Felipe, en estas semanas, ha cogido maña como padre.