Butragueño loa a Sacchi y dice que Hierro sigue "espiritualmente"

Emilio Butragueño, convertido en la única voz del Real Madrid, dio ayer las primeras explicaciones oficiales sobre el repentino adiós de Arrigo Sacchi a la dirección técnica del equipo, que se hará efectivo a final de año. A primera hora de la mañana, recién duchado tras haber corrido unos cuantos kilómetros, habló. "Siento mucha pena por lo ocurrido", subrayó. "Ha sido un honor trabajar al lado de Arrigo, un hombre que cambió el fútbol. Por respeto y por cariño tiene que ser él quien aclare los motivos".

El domingo se fue, sin él desearlo, Luxemburgo. El lunes se supo que Sacchi tiraba la toalla. "Son muchas noticias desagradables", dijo Butragueño, "pero esto es lo que toca vivir. Se supone que el futuro tiene que ser mejor, porque por encima de todo somos el Real Madrid". Una foto inundó todos los periódicos el pasado diciembre, hace un año. En ella sonreían Butragueño, Sacchi y Luxemburgo, en la presentación de éste como nuevo técnico. Hoy, en el cartel sólo queda El Buitre. "La vida es imprevisible y desde que llegué a este club, hace más de 25 años, vivo presionado. La sociedad y los medios son jueces implacables. Ahora toca hablar poco y no añadir más tensión".

Desde que se conoció el adiós de Sacchi se han barajado varios nombres para reforzar el cuerpo técnico del club, que mengua por momentos. Se le preguntó a Butragueño por el posible regreso de Hierro, y el vicepresidente echó mano de la mística: "Hierro sigue en el Madrid, espiritualmente, pero no puedo decir si viene o no". Esta vez no llamó Butragueño "ser superior" a Florentino Pérez, como hace tiempo, pero se refirió a él como "un luchador envidiable". Pero el presidente aparece poco y habla menos. "¿Qué pasa, que no os satisfago yo?", zanjó Butragueño cuando se le preguntó por el silencio de su jefe.