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Reportaje:

Todo el cuartel, de baja médica

Los 27 guardias civiles de Almonte y del Seprona de Doñana se dan de baja tras recibir amenazas y no obtener ayuda de sus mandos

Los 27 guardias civiles destinados en el cuartel de Almonte (Huelva) cumplieron ayer una semana de baja por supuestas amenazas y agresiones contra ellos, sus familiares y sus propiedades. Los agentes aseguran que los hechos comenzaron en marzo, pero arreciaron en octubre a raíz de dos breves detenciones, una por tráfico de drogas y otra por la quema de un vehículo. Desde entonces, varios de sus coches particulares han sido calcinados y la casa cuartel ha amanecido en varias ocasiones garabateada con pintadas amenazantes. La falta de soluciones por parte de sus mandos y del Gobierno ha llevado a toda la plantilla encargada de la seguridad en la localidad y a la del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) a pedir la baja. Y así siguen. Almonte, con 16.000 habitantes, es el principal municipio del Parque Nacional de Doñana.

Los agentes están convencidos de que tras las amenazas que han sufrido se encuentra un grupo de delincuencia organizada de la localidad, dedicado al tráfico de hachís. El primer incidente fue la quema de un coche de un agente, el 12 de marzo pasado, sobre el que una mano escribió "Picoleto cabrón". Quince días después, las llamas devoraban el coche de un guarda del pueblo, destinado en Doñana.

La acción llevó el temor a las 16 familias de la casa-cuartel almonteña, pero, durante unos meses, todo quedó en calma. Sin embargo, el 19 de noviembre una mano desconocida abría un corralón, propiedad del mismo agente al que le habían quemado el coche, y le prendió fuego. Cayó otro coche y quedaron destrozadas muchas pertenencias. Pero el miedo hizo presa entre las familias de los guardias cuando, el 24 de noviembre, una pared del cuartel amaneció con estas pintadas: "Picolos cabrone (sic)" y "Sagento (sic), voy por ti: esconde al niño. Estás muerto". Otro coche quemado en la puerta del cuartel, el pasado día 26, desplomó el ánimo de los guardias.

Primero intentaron que sus mandos en Huelva dotaran la casa-cuartel de cámaras de seguridad. Respuesta: no hay presupuesto. Tras varios intentos y entrevistas con sus mandos, los agentes se quedaron con la sensación de que la alternativa que se les daba era "apáñense como puedan".

Ante "el estado de ansiedad constante" de sus familias y "el estrés lamentable" que sufrían, tomaron el día 29 una decisión drástica: todos los guardias civiles del puesto del Almonte y del Seprona de Doñana (la policía ecológica) pidieron la baja para el servicio. Y así están desde entonces.

Los agentes se negaron a declarar el jueves ante el comandante encargado de la investigación sobre las supuestas amenazas y por la baja masiva. El portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), José Manuel del Valle, afirmó ayer que están dispuestos a declarar sólo "si el Ministerio del Interior abre una investigación externa" de los hechos.

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Del Valle negó que actualmente se estén investigando las amenazas denunciadas por los agentes de Almonte, como aseguró el viernes pasado en Huelva el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. "Lo único que ha hecho la Guardia Civil es ordenar a los agentes de otras unidades que sustituyan a los compañeros de baja y que averigüen lo ocurrido en Almonte".

La Comandancia de la Guardia Civil de Huelva aseguró ayer que los guardias de otras unidades que cubren las bajas en Almonte "no han apreciado ningún síntoma de amenazas ni situaciones de riesgo", al tiempo que negó que se haya abierto ningún expediente. Sólo existe, según estas fuentes, "una investigación informativa al respecto, para determinar el origen de estas amenazas". Por el momento, "no hay datos concisos sobre qué ocurre en este municipio por el momento".

Las mismas fuentes agregaron que la seguridad en el Parque Nacional de Doñana (con furtivismo y tráfico de hachís) "está garantizada, ya que la Guardia Civil, a través del Seprona sólo cuenta con ocho agentes en el parque, de los más de cien que velan por la seguridad de la mano del Ministerio de Medio Ambiente". Además, "la seguridad en Almonte está garantizada con otras unidades", ya que "hay una patrulla las 24 horas del día, que se ha incrementado con otra más debido al puente".

Pintadas amenazantes en una de las paredes de la casa-cuartel de Almonte.
Pintadas amenazantes en una de las paredes de la casa-cuartel de Almonte.

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