Estado de 'malestar' en Alemania

Unidos por Alemania con valor y humanidad. Es el título del programa que ha presentado el nuevo Gobierno alemán de coalición entre los democristianos (CDU/CSU) y los socialdemócratas (SPD). Y necesitarán tanto valor como humanidad para hacer frente a los desafíos que plantea su economía: paro, aumento de la deuda pública, envejecimiento de la población, deslocalizaciones, el peso de la reunificación...

"Ha llegado la hora del llanto y el rechinar de dientes", ha dicho Roland Koch, uno de los barones de la CDU. Y es que, según el programa del gobierno, los alemanes van a tener que aceptar durísimos recortes en sus beneficios fiscales y sociales.

Entre otras medidas, la gran coalición ha anunciado una congelación de las pensiones que algunos anuncian ya que durará dos años. El pago de estas percepciones, en un país en el que casi el 25% de la población está jubilada, atraviesa serios problemas. Además, la edad de jubilación se elevará, de forma progresiva y a razón de un mes al año, a partir de 2012.

El Ejecutivo pretende, además, rebajar de un 6,5% a un 4,5% la cotización para el seguro de paro. El Gobierno quiere también reducir prestaciones y ahorrar en los programas de formación profesional y se plantea, incluso, que los parados menores de 25 años dependan de las familias y no cobren el paro. Las medidas no acaban aquí. Se incrementa hasta 24 meses el periodo de prueba en los nuevos contratos. Así, los empresarios tienen dos años para despedir.

Hay una línea de luz en el negro horizonte, en todo caso. La economía alemana ha crecido ligeramente en el tercer trimestre (0,6%) y, por primera vez desde 1994, el paro no aumentó en noviembre.