Cuando la prosa es poesía

"Un poeta no debe carpintear para 'componer' más extenso un poema". Esta idea de Juan Ramón Jiménez sobre el poema largo podría valer también para el escrito en prosa: la forma debe darla el fondo, no el forzado "carpinteo" de su autor. Juan Ramón colocó esas razones al frente del poema en prosa más famoso de la literatura española moderna, Espacio, un texto cuya primera versión fue, curiosamente, en endecasílabos. Contra las opiniones más apocalípticas, no corren malos tiempos para la lírica que no pasa por corsé del verso. Todavía están recientes la antología Campo abierto (DVD) y las páginas que sus autores, Marta Agudo y Carlos Jiménez Arribas, coordinaron en el número 262 de la revista Quimera. Campo abierto, que partía de los años noventa, empezaba donde termina la antología de Benigno León Felipe. Así, el panorama presentando por éste se extiende entre Rubén Darío (1867) y Jorge Riechmann (1962). Todo un siglo, pues, en el que el poema en prosa -puro, discursivo o integrado, según la clasificación del autor- fue cultivado por escritores tan diversos como Aleixandre, Hinojosa, Cirlot, Valente, Caballero Bonald, Jenaro Talens o, entre los más influyentes, Cernuda y el propio Juan Ramón Jiménez. Una larga introducción -170 páginas- da paso a una selección bien cumplida -31 poetas- aunque inevitablemente irregular a medida que se acerca a la actualidad y en la que se echa en falta a Antonio Gamoneda y Manuel Álvarez Ortega. Pese a todo, el resultado es un digno mapa de ese territorio en el que la poesía no viste de uniforme.

Antología del poema en prosa español. Edición de Benigno León Felipe. Biblioteca Nueva. Madrid, 2005. 412 páginas. 12 euros.