Zapatero descarta por ahora aceptar la alianza parlamentaria que ofrece Mas

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró ayer la oferta de apoyo parlamentario realizada por el líder de CiU, Artur Mas, pero descartó que se pudiera concretar. Zapatero señaló que ahora existe una gran cooperación entre el Gobierno y CiU, pero aclaró: "Cualquier expectativa distinta a ésa no tiene posibilidad de tener concreción. Es necesario un tiempo de espera y de natural prudencia". Los partidos que gobiernan en Cataluña con los socialistas -ERC e ICV- criticaron a CiU y se mostraron contrarios a un cambio de alianzas.

En Roma, donde se entrevistó con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el presidente del Gobierno calificó de "razonable y positiva" la relación con Convergència i Unió. Pero a continuación, para no dar un trato preferente a la formación nacionalista, Zapatero puntualizó que es la misma relación que le gusta tener con el resto de partidos políticos.

Zapatero valoró el apoyo de CiU a los Presupuestos del Estado y a la Ley Orgánica de la Educación, después de haber presentado sendas enmiendas a la totalidad, y destacó el "intenso respeto" que siente por Artur Mas. Ambos dirigentes han iniciado una especial relación desde que en verano mantuvieron diversas entrevistas a propósito del futuro Estatuto catalán.

Mas quedó satisfecho por la respuesta de Zapatero y remarcó que la voluntad de Convergència i Unió no es romper las actuales alianzas en las Cortes y en Cataluña sino "coger más relieve y ser más útil" en la gobernabilidad. No obstante, advirtió de que la negociación de la reforma estatutaria será "la prueba de fuego" de que la colaboración entre CiU y PSOE pueda intensificarse.

Respaldo de Pujol

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol manifestó en una entrevista en la cadena SER que no le ha sorprendido la oferta de Mas y la inscribió en la trayectoria de CiU, desde 1977, en favor de la "gobernabilidad y la estabilidad".

En cambio, al democristiano Josep Antoni Duran Lleida, presidente del grupo de CiU en el Congreso, que dijo haberse enterado por la prensa de las afirmaciones de Mas, éstas le parecieron inoportunas. Duran aseguró: "No es el momento de hacer estas declaraciones porque distorsionan las negociaciones para conseguir un buen Estatuto". No obstante, coincidió con Mas en el deseo de lograr un "mayor entendimiento" con el PSOE en el Congreso.

El republicano Joan Puigcercós respondió con ironía a Mas: "A CiU le resulta difícil vivir fuera del poder". Puigcercós recordó la colaboración de los nacionalistas catalanes con el Partido Popular en las dos anteriores legislaturas y se felicitó de que CiU haya pasado "como un rayo" de apoyar al PP a "querer convertirse ahora en la centralidad política".

En tono más duro, se manifestó su jefe de filas en ERC, Josep Lluís Carod Rovira: "CiU ha alimentado el monstruo [del PP] durante ocho años y ahora aparenta que no le conoce de nada". Carod secundó a Mas respecto a que CiU representa la "centralidad" en la política española, pero la rechazó respecto a Cataluña.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, consideró más un "deseo" que una "realidad" el mensaje lanzado por CiU. Su socio, Iniciativa per Catalunya, en cambio, denunció la "incompatibilidad" que supondría que el PSOE se apoyara en su formación y en CiU.

Desde el PSC se requirió a Artur Mas a que se comprometa a no pactar nunca más con el PP aunque valoró la oferta por lo que tiene de sumar esfuerzos.