El zulo del diputado tránsfuga

La estancia, de poco más de 10 metros cuadrados, sin ventanas ni ventilación, está amueblada con dos mesas -sin ala auxiliar y un solitario módulo de cajones- separadas por apenas medio metro, dos sillas, un sillón giratorio, y dos estanterías. Un teléfono, un cenicero, un cubilete con tijeras y bolígrafos y un dispensador de cinta adhesiva en una mesa, además de un flexo -con bombilla normal, que no halógena- y un panel de corcho en una pared, completan el decorado del despacho asignado por la presidencia de las Cortes Valencianas al diputado tránsfuga Javier Tomás Puchol, que el pasado 10 de noviembre anunció su decisión de abandonar el PP para constituir el Grupo Mixto. En resumen, un zulo, eso sí, ubicado en la tercera planta del edificio del hemiciclo.

El tránsfuga ha denunciado el asunto ante la Inspección de Trabajo, al considerar que el despacho "carece de las dimensiones mínimas que debe tener un local de trabajo para permitir que los trabajadores realicen su trabajo sin riesgos para su seguridad y salud y en condiciones ergonómicas aceptables", y que además "no dispone de las dimensiones mínimas de dos metros cuadrados de superficie libre por trabajador". Javier Tomás añade que el despacho "no reúne las condiciones higiénicas, de salud y dignidad laboral exigidas" y que todo ello supone un incumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales. En su escrito, el tránsfuga explica que ha sufrido "un acoso personal y profesional" en el desempeño de su actividad parlamentaria y que el Grupo Mixto ha sido sometido a un "hostigamiento psicológico" por parte del presidente, Julio de España, y la Mesa de las Cortes, en lo que califica de "mobbing parlamentario". Todo ello por haber decidido "en conciencia" abandonar el PP, "ante la escalada de corrupción y crisis interna consentida por su dirección". Tomás pide a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que visite el "habitáculo", levante "acta de las posibles infracciones" e imponga "la correspondiente sanción y medidas correctoras a la Mesa y al presidente de las Cortes Valencianas". El tránsfuga comunicó ayer a la Mesa su decisión de no ocupar el despacho que le ha sido asignado.

El local asignado al diputado tránsfuga por la Mesa de las Cortes -con el voto en contra de los representantes socialistas- era utilizado hasta ahora como almacén de documentación por el personal de la Junta Electoral que cada cuatro años acude a la Cámara tras las elecciones autonómicas.

La asignación del zulo se suma a la decisión de recortar las prerrogativas de Tomás como integrante del Grupo Mixto, ya que el PP ha reducido al mínimo la subvención que el Reglamento fija para todos los grupos y además no ha querido reconocerle la categoría de portavoz adjunto. Así, con su salida del PP, el diputado tránsfuga ha perdido dinero y no dispone de fondos para pagarse ni un asesor ni para contratar personal administrativo.