Toti Martínez de Lezea regresa en su nueva novela a la Vitoria medieval
'A la sombra del tiempo' recrea la estancia de Adriano de Utrecht
Ocho años después de introducirse en la novela histórica con una obra ambientada en Vitoria -La calle de la judería-, la escritora Toti Martínez de Lezea (Vitoria, 1949) regresa a su ciudad natal con un relato ambientado entre la Casa del Cordón, la catedral de Santa María y el restaurante El Portalón, entonces casa de postas. Como es habitual en su obra, en A la sombra del tiempo (Maeva Ediciones) la intriga, las pasiones amorosas y la recuperación de las vidas cotidianas de los ciudadsnos humildes se entremezclan con las intrigas políticas de un momento clave en la historia.
La aventura transcurre durante los dos meses que el cardenal Adriano de Utrecht pasó en Vitoria, entre enero y marzo de 1522, periodo en que se conoció que había sido nombrado Papa. El trasiego de prelados, embajadores, nobles y fieles durante aquel frío invierno, en el que no desapareció la nieve de la ciudad, es el fondo en que se mueven personajes históricos y ficticios.
Entre éstos últimos se encuentran Blas, el posadero, y su mujer Francisca, responsables de la fonda principal de la capital alavesa, El Portalón, que aún se mantiene en pie y funciona como restaurante. En uno de sus salones se presentó ayer A la sombra del templo, una obra que surgió casi por encargo. "Mis amigos de la Fundación Santa María, Juan Ignacio Lasagabaster y Carlos Rodríguez, me venían insistiendo en que tenía que ambientar otra novela en Vitoria alrededor de la catedral. Y, al final, ha surgido, también porque me atraía mucho relatar cómo vivió aquella pequeña población un momento tan trascendental", dice Martínez de Lezea.
La Vitoria de aquel tiempo era poco más que la almendra de calles que configura su actual casco medieval. El cardenal Adriano, como coregente del emperador Carlos V, había llegado para dirigir la guerra contra Navarra y resolver algunos conflictos comuneros que se habían vivido en Álava a lo largo de los últimos meses de 1521. "Su presencia fue todo un acontecimiento: está documentada la visita de numerosos nobles y otros cortesanos en busca de favores de alguien tan poderoso", recuerda la escritora. Así que Adriano VI se dedicó a manejar las intrigas y hasta a asegurar una sede episcopal para la ciudad, promesa que, por cierto, no cumplió: Vitoria tardó tres siglos en conseguir un obispo.
Martínez de Lezea prepara ahora su primer trabajo ensayístico, un estudio sobre el fenómeno de la brujería en Vasconia, con la recopilación sistemática de todo lo que se ha escrito al respecto.
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