El partido del Kremlin se proclama vencedor en las elecciones chechenas

El presidente del régimen promoscovita de Chechenia, Alú Aljánov, y el jefe de la Comisión Electoral Central de esta pequeña república norcaucásica, Ismaíl Baijánov, anunciaron ayer los resultados preliminares de las elecciones parlamentarias celebradas el domingo. Como se esperaba, el gran triunfador, con un 61,47% de los votos, es Rusia Unida, el partido que apoya a Putin, y, en Chechenia, la organización a la que pertenece Aljánov.

A Rusia Unida también pertenece el viceprimer ministro, Ramzán Kadírov, considerado el hombre fuerte de la república y el que ostenta el poder real. A este poder de Ramzán contribuye también el culto que se está creando hacia su padre, Ajmad Kadírov, el presidente promoscovita que fue asesinado en mayo del año pasado, y cuya foto puede verse por doquier en Grozni y otras localidades chechenas.

Además, las calles principales de muchos poblados, incluida la capital, que antes llevaban el nombre de Lenin, ahora han sido rebautizadas con el del mártir Kadírov. Ramzán, que tiene a su mando miles de fusiles, verá aumentado su poder gracias a las decenas de hombres leales a él que han sido elegidos a este Parlamento bicameral.

En segundo lugar, pero muy por atrás de Rusia Unida, ha quedado el Partido Comunista, que hizo su campaña basándose en la nostalgia que provocan los años setenta -marcados por el estancamiento de la época soviética de Bréznev- en una población cansada por 10 años de guerras.

En tercer lugar se coloca la Unión de Fuerzas de Derecha (UFD) con un 10,98%. El éxito de la UFD se debe en gran medida al número dos de su lista, Mogamed Jambíyev, carismática figura que fue ministro de Defensa del Gobierno independentista y una de las figuras clave en la victoria que obtuvo la pequeña Chechenia sobre Rusia en 1996.

El poder real

Cierra la lista de los que pasan la barrera del 5% necesaria para obtener representación parlamentaria el partido demócrata Yábloko, que saca un 7%. Las otras cinco fuerzas políticas, según estos resultados, no logran pasar esa barrera, pero todavía pueden conseguir algún diputado o senador en los distritos que se eligen según el sistema mayoritario; la otra mitad de la Asamblea Popular o Cámara baja es la elegida por el sistema proporcional en listas de partidos.

Andreas Gross, diputado de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que estuvo en Chechenia el día de las elecciones, estimó que la participación había sido de un 40%-50% y dijo haber salido con una "impresión ambivalente" por lo que vio.

De una parte, aseguró que hay muchas personas que honestamente creían en la necesidad de ir a votar para elegir un Parlamento, que confían que puede mejorar su precaria situación marcada por las arbitrariedades de los uniformados y el paro. De otra, señaló, "el poder real no está en las instituciones elegidas y no es democrático". Gross y sus colegas se referían ante todo a Kadírov, con el que mantuvieron una larga entrevista en la que éste expresó opiniones que nada tienen que ver con el modelo democrático que los europeos quisieran ver en Chechenia. Kadírov, entre otras cosas, señaló que si la religión musulmana entra en contradicción con la democracia, deben primar las normas del islam.

El presidente Aljánov se felicitó por la manera en que transcurrieron los comicios y subrayó que con ellos ha concluido la creación de las instituciones democráticas en Chechenia. "No se puede pedir que las elecciones sean como las europeas, pero son un importante paso adelante hacia la democracia real", añadió.