La Junta birmana prolonga el arresto de la Nobel Aung San Suu Kyi

La Junta militar de Myanmar (Birmania) prolongó ayer por otros 12 meses el periodo de arresto domiciliario de la premio Nobel de la Paz y líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND), Aung San Suu Kyi, de 60 años.

Según un portavoz del Ministerio del Interior, varios funcionarios visitaron a la dirigente demócrata en su casa de Yangon y le leyeron el comunicado oficial sobre la decisión de prolongar de nuevo su detención, tomada al año justo de que otra nota similar le prolongara el año pasado su condena.

U Lwin, portavoz de la LND, señaló que el partido no ha sido informado sobre la nueva medida contra su líder. La LND, con Aung San Suu Kyi al frente, ganó con una victoria aplastante las elecciones de 1990 para darse de bruces con los militares que habían autorizado los comicios, que ante el resultado optaron por silenciar al partido y a sus máximos dirigentes, especialmente a Aung San, que desde entonces permanece, salvo algunos intervalos de libertad, detrás de las rejas de la cárcel o de su casa.

La extensión del periodo de reclusión era esperada tanto en los círculos políticos como entre los diplomáticos de la capital.

La Junta, que ejerce el poder con puño de hierro, no había dado en los últimos meses ninguna señal de apertura que permitiera concebir esperanzas sobre la liberación de la hija del héroe de la independencia de Birmania -que tuvo lugar en 1948, aunque el general Aung San fue asesinado meses antes- y símbolo de la democracia de uno de los regímenes más represivos y oscurantistas del planeta.

El Gobierno de Myanmar no facilitó ningún detalle sobre las razones que habían movido a la Junta a alargar el arresto domiciliario de Suu Kyi. En un país que cultiva con dedicación el secretismo ningún ministerio quiso ayer comentar la noticia, que algunos señalaron que prevé una extensión de seis meses en lugar de un año, como indicó el Ministerio del Interior.