Intras: 10 años controlando el tráfico

Son la referencia española en su campo y uno de los centros más importantes en el ámbito europeo. A finales de los años 80, varios grupos universitarios trabajaban en torno a los accidentes y la seguridad vial en la ciudad de Valencia. Había físicos, psicólogos, médicos forenses... Cada uno hacía la guerra por su cuenta. En 1993 solicitaron la creación de un instituto universitario. Y hace una década, después de superar los obstáculos burocráticos, nació el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universitat de València (Intras).

El Instituto tiene una proyección mediática poco habitual en un centro universitario. "Yo solo", comenta el director, Luis Montoro, "debo andar por los 300 telediarios". En su despacho, además de numerosos diplomas, premios y algún coche en miniatura, Montoro tiene, junto al ordenador, un voluminoso micrófono y unos auriculares, que le sirven para intervenir regularmente en el programa radiofónico de Gomaespuma.

"Somos prisioneros de los encargos" debido a la escasa financiación pública, dice el director

El centro prepara la introducción del nuevo carné de conducir por puntos

El Intras desarrolla en estos momentos alrededor de 40 proyectos. El más importante es, seguramente, el de la implantación del carné de conducir por puntos, un encargo del Gobierno en el que el instituto trabaja desde hace 15 meses y cuyo resultado entregará en julio.

El instituto trabaja con los ministerios de Fomento, Trabajo y Asuntos Sociales y del Interior; con comunidades autónomas y Ayuntamiento, pero el dinero de verdad proviene probablemente de los contratos con compañías privadas, que no son empresas cualquiera. Entre ellas: Abertis; Compañía Logística de Hidrocarburos; British Petroleum España; Renfe; Audi; Mapfre; Renault; BMW...

La plantilla del Intras está formada por 60 personas y cuenta con 30 colaboradores externos. Hay ingenieros, físicos, psicólogos, forenses, pedagogos, informáticos, juristas... Sus áreas de acción son innumerables: Desde la revisión de la señalización ferroviaria hasta el efecto de un tipo de medicamentos sobre los conductores; el análisis de la aceptación que tendrá una normativa vial, o la relación entre el color de un vehículo y la gravedad de los siniestros. Los investigadores de Intras saben a qué hora y en qué día del año es más frecuente que se produzca un accidente en una autopista. Y son capaces de determinar la presión que tenían los neumáticos en los vehículos implicados en siniestros mortales o en qué lugar exacto de un peaje se produce el mayor número de incidentes.

No todo, sin embargo, son buenas noticias en el Intras. "Somos prisioneros de los encargos", dice su director. Montoro explica que debido a la falta de financiación pública las investigaciones responden a las necesidades de las empresas o a peticiones concretas de organismos oficiales. "Hay muchos aspectos que nos gustaría investigar. Por ejemplo: Qué pasa con los peatones. Un tema gravísimo". 400 peatones mueren anualmente atropellados. Pero se desconoce casi todo: "Los atropellos ¿ocurren en la ciudad o en la carretera? ¿A qué horas? Te puedo adelantar que la culpa, en un 65%, es de los peatones. Y que un 35% de los fallecidos se encontraba bajo los efectos del alcohol".

Otra de las preocupaciones de Montoro consiste en descubrir "por qué se corre, por qué se conduce más rápido de lo razonable". "Alguien podría contestar que porque tienen prisa. Pero no se puede responder con un 'yo creo...' a algo tan importante".

El director continúa poniendo ejemplos: Una parte de los conductores se resiste a ponerse el cinturón: "¿Por qué? ¿Son poco ergonómicos?". Hay elementos aparentemente poco importantes que contribuyen de forma notable a reducir el número de accidentes, o su gravedad. Montoro asegura que la decisión de construir los ciclomotores con un espacio, debajo del asiento, lo bastante grande como para guardar el casco fue una pequeña revolución. "Ese detalle ha hecho más para fomentar el uso del casco que todas las campañas. Hasta entonces nadie se había preocupado por un problema tan elemental como el de qué hacer con el casco una vez que se había aparcado".