El 'servicio a domicilio' de la Universitat

La apuesta de la Universitat de València por la extensión universitaria viene de lejos. El vicerrector Francisco Tortosa asegura que el primer departamento fue creado coincidiendo con el IV centenario de la institución, allá por el año 1899. Su finalidad consistía en acercar los conocimientos académicos a quienes no tenían ninguna oportunidad de acceder a la universidad; básicamente a los proletarios y a los hijos de los proletarios. "Y eso sigue teniendo todo el sentido", afirma Tortosa.

Desaparecidos los proletarios y licenciados muchos de sus nietos, la extensión universitaria tiene hoy entre sus objetivos a los habitantes de los pueblos. La Universitat de València, al contrario que la de Alicante, no se ha dedicado a abrir sedes en los municipios. Su modelo responde a algo parecido a un servicio a domicilio: Trasladar a los profesores universitarios a aquellas poblaciones que lo solicitan. El curso pasado la universidad se extendió a cerca de 90 municipios, explica Tortosa. Casi todos de la provincia de Valencia, debido, de un lado, al pacto no escrito por el que las universidades se reparten su ámbito de influencia; y, del otro, a que el programa la Universitat als pobles recibe financiación de la Diputación. Una iniciativa que también desarrolla la Universidad Jaume I con la Administración provincial de Castellón.

¿Qué se demanda en los pueblos? Tortosa explica que existen peticiones comunes: culturales (como ciclos de cine, talleres literarios); relacionadas con la salud (cursos sobre nutrición, fisioterapia, uso de medicamentos) e instrumentales (sobre todo nociones de informática y de navegación por Internet). Los clientes, en estos casos, suelen ser personas mayores de 45 años con unas inquietudes que los pueblos no satisfacen.

Y se producen también peticiones ligadas a la realidad del municipio: desde aspectos relativos a la industria turística hasta estrategias para la conservación del patrimonio.

El otro colectivo que más reclama la extensión universitaria en los pueblos, prosigue Tortosa, es el de los enseñantes de Primaria y Secundaria, que obtienen por esta vía un cierto estímulo y un cierto reciclaje profesional.