James King, tenor especializado en obras de Wagner y Strauss

James King, tenor dramático estadounidense cuya voz clara y sonora, de notas fluidas y elevadas, cautivó a críticos y públicos de los principales palacios operísticos de Europa en la década de los 60, falleció el domingo 20 de noviembre en Naples, Florida. Tenía 80 años.

La causa del fallecimiento fue un infarto de miocardio, según información proporcionada por la Universidad de Indiana, donde enseñó música y canto de 1984 a 2002. Su muerte fue anunciada primeramente por el Vienna Staatsoper, del que era miembro honorario. También fue señalada por la Deutsche Oper de Berlín, donde ocupó su primer cargo residente en 1962, cuando era un cantante estadounidense prácticamente desconocido, y en el Metropolitan Opera, donde interpretó algunos de los papeles de tenor más difíciles. King fue aclamado por sus interpretaciones de papeles de Richard Wagner y Richard Strauss, compositores en los que se especializó.

Debutó en el Metropolitan en 1966, interpretando a Florestan en Fidelio, de Beethoven, la primera de las 113 veces que se presentó en ese espacio.

Es el cantante que más veces ha interpretado en el Metropolitan dos papeles especialmente exigentes de Strauss, Baco, en Ariadna de Naxos, y el Emperador, en La mujer sin sombra, un papel que cantó en la primera representación de esa ópera en el Metropolitan.

También interpretó allí obras de Berg, Bizet, Britten, Puccini y Wagner.Su última interpretación fue en el año 2000, en una producción de las Valkirias de Wagner en la Universidad de Indiana, en la que interpretó a Sigmundo.

James King nació en Dodge City, Kansas, de padre irlandés y madre de ascendencia alemana. De niño aprendió a tocar el violín y cantaba en coros de iglesia. Estudió música en la Universidad de Misuri en Kansas City, donde obtuvo un máster, y empezó como barítono antes de formarse como tenor con Martial Singher en Nueva York y con Max Lorenz.

Manteniendo una cualidad de barítono en sus notas más bajas, adquirió un timbre distintivo y reconocible que le aseguró una larga carrera. Su voz fue calificada de fuerte y fiable, con el vigor necesario para sostenerlo en los papeles dramáticos más largos, y su 1,82 de estatura añadía impacto a sus actuaciones.

Howard Klein, del diario The New York Times, que lo saludó como el mejor Florestan del Metropolitan en 1966, lo aclamó como "uno de los pocos tenores actuales capaces de llenar el papel" y seguir teniendo "voz de sobra".

James King ganó una audición de ópera estadounidense en Cincinnati en 1961 y viajó a Europa para hacer carrera, como hacían en aquel momento muchos cantantes jóvenes estadounidenses. Debutó profesionalmente interpretando a Cavaradossi en Tosca, de Puccini, en el Teatro della Pergola de Florencia. Repitió el papel en el Teatro Nuevo de Milán, obteniendo su primera cita como residente en Berlín, con un debut como tenor italiano en El caballero de la rosa.

Con los años también cantó en el Royal Opera House de Londres, en Salzburgo y en el festival de Bayreuth; y en Cincinnati, San Francisco y Filadelfia en Estados Unidos.

Protagonizó películas de ópera alemanas, cantó con regularidad en producciones operísticas de radio y televisión, y realizó grabaciones bajo la dirección de sir Georg Solti y Karl Böhm.