Los jueces sustitutos denuncian que cubren vacantes sin cobrar y sin seguridad social
El Superior les advierte de que si no atienden las bajas les excluirá de la lista de sustituciones
Los jueces sustitutos de Euskadi llevan desde octubre sin cobrar y sin ser dados de alta en la Seguridad Social por las sustituciones que realizan de menos de 15 días. El Ministerio de Justicia, que es quien les paga, alega que la partida presupuestaria se agotó en septiembre y propone que sean los propios jueces titulares quienes resuelvan sus vacantes en caso de necesidad. Sin embargo, la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia, que es la que realiza los nombramientos para las sustituciones, no comparte esa fórmula y exige a los jueces suplentes que cubran todas las bajas.
Los jueces sustitutos, que son cerca de un centenar en la comunidad autónoma y cubren desde juzgados de lo social hasta los de la jurisdicción penal y contencioso administrativa, dicen estar sometidos a unas condiciones "tercermundistas": "trabajar sin cobrar y sin ser dados de alta en la Seguridad Social". Uno de los afectados asegura que está "harto de sentenciar casos en los juzgados de los social contra empresas que no pagan la seguridad social a sus empleados, cuando yo estoy sufriendo en primera persona esa situación".
A pesar de que es el Ministerio de Justicia el que les paga, sus reproches no se dirigen contra él, sino contra la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que es el órgano que decide los pagos "y no sabemos en qué", cuestiona un portavoz de este colectivo.
El procedimiento de pago es el siguiente: el ministerio adjudica al comienzo de cada año una partida presupuestaria para los jueces sustitutos de cada comunidad. En total, son unos 72.000 euros brutos por cada juez al año. El TSJPV manda periódicamente las certificaciones con las sustituciones que han ido realizando estos jueces y el ministerio va pagando. El caso es que en septiembre se ha agotado el fondo. "¿Cómo es posible?", se preguntan los jueces. "Con el dinero que destina el ministerio, un juez sustituto tendría para trabajar todo el año, y no es así. Unas veces se trabaja seis meses, otras ocho, depende de las circunstancias".
Este conflicto no se ha dado en ninguna otra comunidad de España, aunque lo cierto es que en Euskadi las suplencias son más numerosas como consecuencia de la amenaza de ETA a la judicatura.
La sorpresa se produjo en octubre, cuando fueron a cobrar las sustituciones inferiores a 15 días que habían realizado en septiembre. En ese momento se les notificó que no iban a cobrar las suplencias cortas -por lo general se deben a que los titulares van a algún curso o se ponen enfermos por unos días- porque se agotó la partida presupuestaria. Además, también se les informó que no se les iba a dar de alta en la Seguridad Social.
Juicios suspendidos
Los jueces sustitutos pidieron amparo a la Sala de Gobierno del Superior, pero los resultados no han sido los esperados por ellos. El juez decano de cada partido judicial es quien designa a los sustitutos, una vez que conoce las necesidades de suplencias de los juzgados para la semana. Después manda la lista al Tribunal Superior, que es el competente para los nombramientos. Mientras la juez decana en Vitoria se ha comprometido, por ahora, con los jueces suplentes a suspender nombramientos para sustituciones cortas hasta que resuelva la Sala de Gobierno, en Bilbao se ha tomado la decisión de que cubran las vacantes. Incluso se les ha advertido de que, si al segundo llamamiento no se presentan se les puede excluir de la lista. "La decana en Vitoria no ha llamado a nadie y se ha comprometido a no hacerlo", explica uno de los afectados por el conflicto.
En Vitoria ya se ha suspendido algún juicio porque el titular no ha conseguido que le sustituya ningún compañero. Por otra parte, algunos titulares están renunciando a cursos para que los posibles sustitutos no tengan que ir a trabajar sin cobrar. "A mí, si me llaman mañana para una sustitución de cuatro días, no voy a ir", asegura de forma tajante una de las jueces suplentes.
Este colectivo tiene un régimen de incompatibilidades similar al de los jueces titulares, con lo que durante el año no pueden trabajar en ningún otro sitio. "Sólo nos queda esperar en nuestra casa a que nos llamen". Si a esto se añade que para las sustituciones largas se está llamando a los jueces adjuntos, que son los que han aprobado la oposición y están esperando destino, su situación se hace "cada vez más complicada", apunta uno de ellos. "Sólo podemos hacer sustituciones cortas y, si encima se limitan éstas, cada vez se pone peor la cosa para nosotros".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.