Guerra virtual por el salón

Xbox 360, que desembarca el próximo viernes en las tiendas españolas, es mucho más que una consola de videojuegos de última generación: es la apuesta de Microsoft para arrebatarle el centro del salón a Sony y su PlayStation, que ahora reina en el 68% de los hogares equipados con estas poderosas máquinas multimedia. El gigante del software se ha adelantado un año a la propia Sony y Nintendo, sus dos rivales en el mercado de las consolas para el hogar, con el objetivo de arañar cuota en un mercado que mueve unos 21.000 millones de euros al año.

La apuesta de Microsoft es arriesgadísima. Ha invertido ya 12.000 millones de dólares en su consola, y pierde 153 dólares por cada una que fabrica. Con su anterior máquina, Xbox, vendió 22 millones de unidades, y sólo logró un 17% de cuota, aunque los analistas reconocen que ha tenido enfrente a uno de los productos de electrónica más exitosos de la historia: PlayStation 2 ha vendido 96 millones de consolas.

Sony deja caer con cuentagotas la información sobre su esperadísima PlayStation 3, aunque sí se sabe que será más potente que la Xbox 360 (al menos, sobre el papel) y que intentará llegar al mercado europeo después del verano. Nintendo, mientras tanto, parece haberse quedado descolgada, con un 15% de cuota. Pero su negocio es el más rentable de los tres y ha sabido conservar una clientela muy fiel. Su nueva consola Revolution llegará a finales de 2006.

Los expertos creen que Sony, con su experiencia y la fortaleza de la marca PlayStation, tiene muchas posibilidades de ganar la guerra. Pero advierten: si la consola se retrasa y no se vende a bajo precio, le resultará difícil alcanzar a Microsoft, mucho más sana financieramente. La batalla por el hogar digital ya ha comenzado.