Sensaciones de coche grande en un utilitario
Es un utilitario con vocación popular, pero tiene el tacto y la calidad de conjunto de un coche más grande. Ofrece también un interior bien acabado y una estabilidad que transmite confianza, y sólo los precios, algo más altos que los de sus rivales (desde 11.700 euros), penalizan su competitividad. Pero lo compensa con un buen equipo de seguridad que incluye hasta ocho airbags de serie y le ha permitido recibir la máxima calificación, cinco estrellas, en las pruebas de choque de Euro NCAP. Son los argumentos destacados de un superventas que lleva nueve millones de unidades vendidas desde 1990 (800.000 sólo en España).
Evolución estética sin riesgos
El nuevo Clio mantiene el estilo del anterior modelo y refleja cierto conservadurismo en Renault, que ha limitado al mínimo los riesgos en un modelo clave para sus finanzas. La línea prima la funcionalidad y presenta unos rasgos musculosos en el frontal y las aletas que aportan un discreto toque deportivo. Destacan los faros, grandes y rasgados, y la toma de aire situada en el parachoques. En la vista lateral tiene un trazo suave y fluido que sale de la parrilla y recorre un parabrisas muy tendido para formar un arco con el techo. La zaga incluye un resalte bajo la luneta, menos marcado que en el Mégane, que forma ya parte del ADN de Renault. Y se ha mejorado un poco la aerodinámica (CX: 0,34).
El resultado es un utilitario robusto y con presencia, pero sin nada innovador que sorprenda.
Calidad y amplitud interior
Los cambios más interesantes están dentro. Ha crecido en tamaño, mide ahora 3,99 metros de largo -17 centímetros más- y es también casi seis más alto atrás. El aumento permite habilitar un interior muy amplio, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, que tienen tres centímetros más de espacio para las rodillas. El maletero es también mayor (288 litros) y ofrece muchos huecos y accesorios, aunque la mayoría son opcionales, como los cajones bajo los asientos, y sólo vienen de serie en las versiones superiores. Destaca la guantera, muy grande; las bolsas de las puertas, y las repisas y posavasos situados junto al freno de mano.
Estas mejoras refuerzan sus virtudes familiares, porque es tan habitable como los coches compactos de hace 10 años (Golf, Astra...), pero lo que más destaca es la calidad de acabado. Tiene un diseño moderno, mandos precisos, plásticos vistosos y una insonorización y suspensiones bien resueltas que permiten viajar con un confort y sensación de calidad superiores a todos los coches de su tamaño.
Tres motores turbodiésel
La gama incluye dos carrocerías de tres y cinco puertas (500 euros más) y cinco motores: 1.2 y 1.4 (75 y 98 CV) en gasolina y 1.5 dCi turbodiésel en tres versiones (68, 86 y 106 CV).
Se ofrecen con cuatro ambientes interiores: Authentique (base), Expression (juvenil), Dynamique (deportivo) y Privilege (lujo). Hay tres equipamientos: Pack, Confort y Luxe, pero salvo el primero, incluyen al menos seis airbags y ABS, y todos vienen con ordenador de viaje, dirección asistida, elevalunas delanteros y cierre con mando. El aire es opcional (1.010 euros) y cuenta con muchas opciones: faros de xenón que giran en las curvas (610), tarjeta acceso manos libres (150)...
Conclusión
El Clio es un utilitario a la última que destaca por su calidad. La línea no aporta nada nuevo, pero ofrece un interior muy cuidado, unas suspensiones cómodas y eficaces, y un completo equipo de seguridad. Tiene también un tacto consistente y una buena gama de motores, y justifica lo que vale.
CALIDAD DE ACABADO
El diseño interior del nuevo Clio es moderno, pero destaca sobre todo la amplitud y la calidad de acabado, que lo sitúan por delante de los coches de su tamaño. El salpicadero está elaborado con unos plásticos mullidos que amortiguan mejor en caso de accidente, los adornos metalizados realzan el conjunto y todos los detalles están bien diseñados, desde las formas anatómicas del volante hasta las salidas de aireación, los tiradores de las puertas y el pomo del cambio. Sólo la consola central, que integra el equipo de música, presenta un aspecto pobre que desentona. Pero los asientos son grandes y cómodos; las tapicerías, agradables, y todo ajusta bien, creando un conjunto atractivo y muy cuidado. La sensación de amplitud se aprecia en las plazas delanteras y en las traseras, que tienen un espacio correcto para las piernas y una altura generosa y suficiente para adultos de 1,85 metros. Los respaldos se abaten por partes para ampliar el maletero, que tiene ahora 288 litros, 33 más que el Clio anterior. Además incluye un escalón pegado a la base de los respaldos traseros que retiene el equipaje en caso de accidente para que no entre en el habitáculo. El diseño de la zaga es ordenado, con la zona inferior más ancha que la parte acristalada para transmitir solidez.
MÁS GRANDE Y MÁS CARO
El nuevo Clio es algo más caro que otros utilitarios equivalentes, pero tiene un tamaño mayor, un comportamiento más sólido y refinado, y un equipo más completo, sobre todo en seguridad (seis airbags).
La versión 1.5 dCi, de 86 CV, cuesta unos 600 euros más que las propuestas similares de los Punto, Fiesta e Ibiza. El primero incluye también seis airbags, pero los otros dos vienen de serie sólo con dos y el resto se pagan aparte, lo que equilibra casi al completo el sobreprecio del Renault. Además, el Fiat y el Ford ofrecen unas prestaciones algo superiores, sobre todo en aceleración.
La diferencia frente al Hyundai Getz sube a 2.400 euros a favor del coreano, la alternativa má asequible. Pero sólo incluye dos airbags, aunque ofrece unas prestaciones muy parecidas y un equipo de serie similar en el resto de los elementos.
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