"Una situación de inseguridad alarmante"

En relación con la información publicada ayer en la sección de Madrid de EL PAÍS, quiero realizar las siguientes precisiones:

1. El municipio de Guadalix de la Sierra sufre una situación de inseguridad alarmante que ha provocado una sensación de temor entre los vecinos de la que como alcalde no sólo me hago eco, sino que constato como sólidamente fundada.

2. No me corresponde a mí identificar a los responsables de las acciones delictivas que vienen sufriendo los vecinos y comerciantes de forma reiterada, pero sí me siento en condiciones de apuntar que todos en el pueblo, y también la Guardia Civil, somos conocedores de dicho extremo.

3. La denuncia que he venido realizando y que ahora reitero no apunta, sin embargo, a colectivo alguno en razón de su origen geográfico o su nacionalidad, sino a personas concretas en razón de su conducta, absolutamente inadmisible e incompatible con la convivencia.

4. Este municipio ha dado muestras de un espíritu de convivencia e integración ejemplar, y por ello quiero separar de manera muy clara la conducta de los inmigrantes que han elegido Guadalix de la Sierra para vivir o para trabajar, y que acreditan una conducta intachable, de la de quienes precisamente enturbian esta convivencia y perjudican a quienes sí quieren vivir ordenadamente y en armonía con los demás vecinos.

5. Considero que constituye un ejercicio de desinformación transformar un clamor ciudadano y una reivindicación que es más bien una llamada de socorro ante el absoluto desinterés del Gobierno socialista y de su Delegación en Madrid hacia nuestro problema, en una cuestión de otro orden sobre la base anecdótica de una descalificación que probablemente sea inadecuada, pero que se enmarca en un sufrimiento vecinal que debería constituir el centro de interés. Quiero pensar que en la orientación de su noticia no se perseguía también insinuar cierta xenofobia que ni existe ni permito que se impute ni a este municipio ni a este Ayuntamiento ni a este alcalde.

6. Quiero invitar a su periódico a que reflexione sobre si es justo que mis vecinos estén sufriendo una inseguridad tan brutal, que vivan amenazados y sufran agresiones, y que la Delegación del Gobierno desatienda nuestras llamadas de ayuda y sin embargo muestre tanta diligencia a la hora de filtrar a su diario nuestra correspondencia, en el caso de que efectivamente así haya sido, creando una situación complicada para mi seguridad, gravemente comprometida por esta politización institucional sin precedentes ni justificación. Hago responsable a quien haya dado publicidad a esta comunicación de las consecuencias que pueda tener sobre mi persona y de las reacciones que pueda provocar en este municipio que sólo pretendía ser defendido por el Gobierno del señor Zapatero, que suponíamos que era el Gobierno de todos los españoles.