El Real acoge el montaje por Zambello de 'Luisa Miller'

Después de 118 años sin representarse en Madrid, Luisa Miller, de Giuseppe Verdi (Busseto, 1813-Milán, 1901), se estrena el 1 de diciembre en el Teatro Real. La obra permanecerá en cartel durante 23 días. Jesús López Cobos es el director musical; Christian Räth, el realizador de la dirección de escena de Francesca Zambello, y el reparto está formado por Marcelo Álvarez, Fiorenza Cedolins, Roberto Frontali, Giacomo Prestia, Phillip Ens, Elisabetta Fiorillo, Itxaso Mentxaka y Gustavo Casanova.

Luisa Miller establece el surgimiento de Verdi como compositor moderno, según el director musical de la versión que se estrena en el Teatro Real el 1 de diciembre, Jesús López Cobos. Se trata de una producción de la Ópera de San Francisco, realizada por la directora de escena estadounidense Francesca Zambello.

Estrenada en Nápoles en 1849, con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la obra de Friedrich Schiller Kubale und Liebe (Intrigas y amor, 1784), el músico italiano experimentó con esta obra algunas de las técnicas dramáticas que desarrollaría después en su trilogía popular (Rigoletto, Il trovatore y La traviata).

Dividida en tres actos, el melodrama se desarrolla en un pueblo tirolés a comienzos del siglo XVII y narra la tragedia de una joven plebeya, Luisa (en la voz de la soprano Fiorenza Cedolins), quien se debate entre el amor de un joven, Carlos (en la piel del tenor argentino Marcelo Álvarez), y las circunstancias familiares.

La obra está impregnada de una profundidad psicológica y musicológica, según López Cobos, que dirigió la pieza hace 30 años precisamente en la Ópera de San Francisco. "En esta pieza se avanza, por ejemplo, lo que va a ser el solo de clarinete de La traviata. Además, hay un innovador dúo de bajos y un tratamiento del cuarteto a capella que luego repetirá", explicó ayer en la presentación del espectáculo en Madrid junto al director artístico del coliseo madrileño, Antonio Moral; el cantante Marcelo Álvarez, y el realizador de la dirección de escena, Christian Räth, entre otros.

"Lo que hace a Luisa Miller una gran ópera es que tiene todos los ingredientes de una buena pieza teatral y los de una pieza operística, musical", en palabras de Christian Räth, realizador de la dirección de escena, quien ha preferido una puesta en escena "sencilla" y "simple", que permita seguir el hilo narrativo de la obra.

"Hemos apostado por una versión abstracta y realista en la misma medida. La obra se desarrolla en un mismo set, un único espacio que cambia con pequeñas modificaciones y donde las luces tienen una función importante en facilitar esos cambios a través de la creación de ambientes dispares", puntualiza Räth, quien no quiso adelantar los secretos de la escenografía, pero advirtió de que se respeta la ambientación de la época en que se desarrolla la trama.

Debate

Durante la rueda de prensa de la presentación de la ópera surgió un debate sobre la polémica que rodea a las producciones operísticas en los últimos años, en las que los directores de escena tienen cada vez más poder a la hora de plantear los espectáculos. A lo que el director artístico del Teatro Real aseguró que "no va a aceptar las condiciones de ciertos directores de escena en las producciones del coliseo madrileño". Jesús López Cobos, que estará en el foso al frente de la Orquesta Sinfónica de Madrid, se sumó al debate y explicó que en representación de ópera "el espectáculo no funciona si los tres niveles -interpretación, escena y música- no están equilibrados". Mientras que Marcelo Álvarez pidió un mayor respeto para los cantantes y recordó que quien paga es el público.