Sin inquietudes
Son muchos aún los que enaltecen las costumbres franquistas. Parece que tres décadas de democracia no han sido capaces de demostrarles que hoy vivimos mejor que antes. ¿A qué se debe esta ceguera social?
Un régimen que reprimía todas las inquietudes intelectuales de las personas forjaba una sociedad pasiva, aislada de la concepción intelectual que el ser humano intenta imprimir en el mundo de forma natural. Aquellas personas narcotizadas por el régimen, con aspiraciones mutiladas, cuya única distracción era el fútbol, el toreo, la religión, etcétera, realmente eran felices en aquella época. El régimen los predeterminaba de tal forma que eran incapaces de escapar de la senda que se le había reservado.
Es curioso cómo una sociedad sin inquietudes intelectuales, sin la facultad de apreciar la verdadera dimensión de la inteligencia, puede llegar a ser feliz incluso en una dictadura.
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