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Francia entrega temporalmente a dos etarras del 'comando Ttotto'

Los etarras Asier Arzalluz Goñi, Epeta, y Aitor Agirrebarrena Beldarrain, Tarzán, presuntos integrantes del comando Ttotto fueron entregados ayer por las autoridades francesas a la Audiencia Nacional para que en el plazo de diez meses puedan ser juzgados en los procesos para los que se concedió su extradición.

Los dos etarras están acusados, entre otros delitos, de tres asesinatos cometidos en 2000: los de los guardias civiles Irene Fernández y José Ángel de Jesús, en Sallent de Gállego (Huesca), el 20 de agosto, y el del periodista y miembro del Foro de Ermua José Luis López de Lacalle, ocurrido en Andoain (Guipúzcoa) el 7 de mayo. Sin embargo, en esta ocasión, no serán juzgados por este último asesinato, ya que ese sumario no está incluido en la lista de causas objeto de este proceso de extradición.

Aguirrebarrena y Arzalluz responderán conjuntamente por el atentado en el que resultaron muertos los dos guardias en Sallent, el ataque contra el cuartel de la Guardia Civil en Ágreda (Soria), ocurrido el 16 de julio de 2000; la voladura de la discoteca Txitxarro, de Deba (Guipúzcoa) el 10 de septiembre del mismo año, y el atentado contra el centro de rehabilitación de menores de la localidad guipuzcoana de Zumárraga, el 22 de febrero de 2001.

Los dos etarras formaron parte del comando Ttotto desde 2000 a 2002, cuando fueron detenidos en Francia. El jefe del comando, José Ignacio Guridi Lasa, Xabi, ya fue condenado a penas que superan los 30 años de prisión por las muertes de López de Lacalle y de los dos guardias civiles de Sallent de Gállego.

Seis procesos más

Arzalluz, además, será juzgado por otras seis acciones por las que está procesado. Entre ellas, destaca el envío de paquetes bomba en enero de 2002 al vicepresidente del grupo Vocento, Enrique de Ybarra, y al director de Radio Nacional de España en Bilbao, Santiago Silván. El etarra será enjuiciado también por la colocación de un coche bomba en la capital vizcaína en esas fechas.

Agirrebarrena y Arzalluz, ambos de 28 años, comparecieron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien ordenó su ingreso en prisión.

Los dos terroristas fueron ya condenados en Francia, por el Tribunal Correccional de París, a nueve años de prisión por asociación de malhechores con fines terroristas, el equivalente a pertenencia a banda terrorista de la legislación española, por lo que no podrán ser juzgados en España por ese delito.

En la actualidad, se encuentran cumpliendo condena por ese delito, pero, en virtud de los acuerdos de cooperación jurídica con Francia, este país accede a la entrega temporal de los terroristas para que sean juzgados en España y así evitar que alguna de las acciones pueda prescribir.

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