De compras con el tanque
La Guardia Civil confisca el carro de combate que un ex militar británico utilizaba para pasear por Albox
Cuando los vecinos de Albox acudieron, como cada miércoles, al mercado semanal que se ubica en la rambla de este municipio, muchos debieron pensar que se rodaba una película. Hasta allí, como un ciudadano más que acude a realizar su compra, se desplazó el británico Michael John Creagh, militar jubilado. El extranjero habría pasado desapercibido si no fuera porque acudió, rambla abajo, en un carro de combate de las fuerzas armadas británicas. La imagen, esperpéntica e insólita, la captó el vecino del municipio Martín Berbel y la recogió al día siguiente el diario local La Voz de Almería. El rotativo local narraba cómo Creagh "aparcó" su vehículo en uno de los márgenes de la rambla y cómo su tanque circulaba sin la menor restricción por una de las zonas de mayor tránsito durante el día de mercado en aquel municipio almeriense.
Pero a Creagh el paseo le duró poco. Una pareja de la Guardia Civil se percató de la peculiar visita y la excursión y la compra finalizaron de inmediato. El instituto armado trasladó el tanque al depósito municipal.
Michael John Creagh no fue detenido por la sencilla razón de que no se le podía imputar ningún delito. El Código Penal no tiene tipificado delito alguno relacionado con la tenencia de vehículos militares descatalogados y anticuados, como es el caso del británico. Creagh, ni corto ni perezoso, presentó en el cuartel de la Guardia Civil toda la documentación que acredita que el tanque es de su propiedad. Más tarde se supo que hacía meses que los agentes buscaban el carro de combate, alertados por vecinos que aseguraban haber visto "por ramblas y caminos de la Aljambra y Limiara" el peculiar vehículo.
El británico adquirió el tanque hace ocho meses por unos 25.000 euros en unos almacenes de Inglaterra y lo transportó hasta Tabernas en un camión, estuvo repartiendo durante estos meses atrás folletos en los que ofrecía a los vecinos de la comarca y compatriotas un paseo subidos en su "armoured personnel carrier [transporte personal blindado]".
Pasado el susto para los vecinos y el disgusto para Creagh, el ex militiar explica que la adquisición de este tipo de vehículos en países europeos está aceptada socialmente y a la orden del día, según la Directiva Europea 83/182/EEC. "En cualquier país de la Comunidad Europea, como Francia, Alemania y Gran Bretaña, es normal el tránsito de este tipo de vehículo por cualquier carretera. Yo adquirí este hace ocho meses en unos almacenes en Inglaterra sin privilegio alguno por haber sido militar", explica.
El hombre, que ejerció durante 10 años como conductor y suboficial de un destacamento de acorazados del ejército británico, asegura que el vehículo está registrado como un "private heavy goods [bien pesado personal]". Creagh ya ha puesto el asunto en manos de un abogado, ya que cuenta con el respaldo de la administración inglesa.
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