"Hace dos siglos alguien de 40 años era una persona mayor, ahora con 70 es joven"
Carlos Cordón-Cardó es uno de los oncólogos de mayor prestigio mundial. Nació en Calella de Mar (Barcelona), pero lleva media vida en EE UU dedicado al cáncer. Es director de la división de patología molecular del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, para muchos el mejor centro oncológico del mundo. Uno de sus grandes descubrimientos ha sido Pokémon, gen responsable de los procesos malignos. Ahora trata de encontrar una forma de apagarlo, porque ello podría detener ciertos tumores.
Pregunta. ¿Sigue habiendo tanta diferencia en investigación entre España y EE UU?
Respuesta. Sólo en investigación básica, porque EE UU invierte más y tiene más facilidades tecnológicas. España debería apostar más fuerte por la biotecnología, pero en investigación clínica no tiene nada que envidiar a EE UU.
"El cáncer más difícil de tratar no es ni el de pulmón ni el de páncreas, es el que nos llega en estado avanzado, sea del órgano que sea"
"Al cáncer no se le tiene que tener miedo, sino respeto, como debemos tenerlo a nuestro cuerpo, y utilizar la prevención y el diagnóstico precoz"
P. ¿En qué está trabajando?
R. Básicamente en dos áreas. En las alteraciones morfológicas, anatómicas y moleculares que permiten clasificar mejor los estadios iniciales y los más avanzados en determinados cánceres. Nos centramos en los genitourinarios, los de vejiga y próstata. El que más cuesta de tratar es el de vejiga, porque es un órgano de difícil acceso, produce muchos síntomas y muchas irritaciones, y puede reaparecer en varios lugares, a veces de forma muy agresiva. En EE UU es el más caro de tratar desde el diagnóstico hasta la curación o hasta que el paciente fallece. Respecto al de próstata, es el más común en el varón, con una repercusión económica increíble. Creemos que en ambos podemos abaratar el tratamiento y conseguir mejor calidad de vida.
P. ¿Y la segunda gran área?
R. El otro reto que nos hemos marcado es entender mejor el origen del cáncer. Pretendemos demostrar que el cáncer es una enfermedad que proviene de las células madre del adulto. Hay tres tipos de células madre. Las embrionarias, que se consiguen a partir de un embrión, son las que presentan más problemas por sus connotaciones éticas, religiosas y culturales. Los otros dos tipos son incluso mejores: las células del cordón umbilical y las células madre del adulto. Estas últimas son las del ser humano ya desarrollado, y son las que regeneran los órganos. Permiten que el pelo vuelva a salir, que el colon se vaya regenerando, etcétera. Creemos que tienen que ser una diana de investigación porque son las que enferman, las podemos identificar en gran parte y también modificar.
P. ¿Qué puede decir sobre Pokémon?
R. Es un superoncogén, porque controla varios genes supresores, como el p53, que corrige las mutaciones peligrosas de las células. Y también controla oncogenes [que estimulan la proliferación celular]. Fue un descubrimiento importante que realizamos en colaboración con el doctor Pier Paolo Pandolfi.
P. ¿Se sabe ya por qué hay personas que tienen niveles más elevados de este gen que otras?
R. Lo estamos estudiando. Sabemos que es el talón de Aquiles de las células cancerígenas, y ahora estamos estudiando la forma de alterarlo. Ya tenemos productos en el laboratorio con los que intuimos que podemos suprimir este superoncogén del sistema. Gran parte de este trabajo lo está haciendo el doctor Pandolfi.
P. ¿Podría hacer esta investigación fuera de EE UU?
R. Creo que sí. Pero se necesitaría infraestructura y un presupuesto importante. Por ejemplo, yo trabajo en un centro de cáncer monográfico e integral. En España no hay ninguno así. Además, las especialidades básicas para el tratamiento oncológico no se han homologado. La cirugía oncológica debería ser una especialidad homologada en España.
P. ¿Será un punto de inflexión?
R. Si existe esta especialidad, habrá guías, criterios y requerimientos mínimos que se tendrán que cumplir para que un especialista llegue a obtener la calificación de cirujano oncológico. Eso permitiría mejorar la calidad de la prestación.
P. ¿No debería ser fácil prevenir el cáncer? ¿En qué se está fallando?
R. Prevenir en sí es fácil, lo difícil es la educación individual y la disciplina. España es un país con mucha imaginación y talento, pero con poca disciplina. Todos tenemos tiempo de llevar el coche al mecánico una vez al año, pero no lo hacemos. A veces, cuando vamos al médico ya es muy tarde. Porque el cáncer más difícil de tratar no es ni el de pulmón ni el de páncreas, es el que nos llega en estado avanzado, sea del órgano que sea. Porque si lo diagnosticamos en fase inicial, lo curamos.
P. ¿La prevención es más importante en el cáncer?
R. Es importante mejorar nuestras condiciones de salud. Si nos respetáramos más y dejáramos de fumar, por ejemplo, padeceríamos menos enfermedades como procesos asmáticos, bronquitis o problemas de infecciones urinarias por la retención de los productos del tabaco en la orina. Además, en estos órganos ya enfermos y alterados por infecciones e inflamaciones, el cáncer actúa con más fuerza. Algunos creemos que el cáncer tiene su origen en un órgano inflamado de forma crónica y muy castigado. Por lo tanto, prevenir dejando de intoxicarnos, haciendo una dieta mediterránea adecuada y ejercicio moderado pero disciplinado no sólo ayudaría a tener menos cáncer, sino una población mucho más sana y con muchas menos patologías en todos los órganos.
P. ¿Hasta qué punto influyen negativamente en la salud los hábitos de la vida moderna?
R. La vida moderna nos está ayudando a vivir muchos años. Las revoluciones tecnológicas son importantes para la humanidad. Hace dos siglos una persona de 40 años era una persona mayor. Hoy una de 70 años es joven. Sin embargo, hemos enrarecido el medio ambiente con productos tóxicos de la industria, el automóvil, el tabaco, el estrés. Debemos tener todos estos problemas más controlados, y se empieza con nuestra propia educación y disciplina en casa.
P. ¿Podemos ser optimistas en el cáncer?
R. Creo que lo somos. En algunos tumores, en 20 años hemos pasado de tener índices de mortalidad del 90% a índices de supervivencia del 90%. En los próximos 20 daremos un paso similar respecto de los tumores sólidos más difíciles y tendremos un control más global de la enfermedad neoplásica, quizá como lo tenemos ahora de las enfermedades infecciosas. Eso no quiere decir que erradicaremos el cáncer, porque se van a seguir produciendo mutaciones en las células y tumores. Al cáncer no se le tiene que tener miedo, sino respeto, como respeto debemos tener a nuestro cuerpo, y utilizar la prevención, el diagnóstico precoz y todas las armas a nuestro alcance.
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