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Sólo cinco de los más de 30 prostíbulos de Bilbao disponen de la licencia municipal

La ordenanza de 1998, pionera en España, no ha logrado regularizar esta actividad

Sólo cinco de los más de 30 clubes de alterne que existen en Bilbao tienen el permiso municipal para trabajar. Desde 1998 una ordenanza, la primera de este tipo en España, limita la existencia de los prostíbulos, que deben guardar 500 metros de distancia. Los cinco locales con permiso pidieron la licencia ese mismo año y en los últimos siete años el consistorio no ha tramitado ninguna otra ni ha impuesto ninguna sanción. Un estudio oficial elaborado por Emakunde cifraba hace tres años en 1.800 las mujeres que ejercen la prostitución en Euskadi.

La asociación Askabide, que se encarga de la ayuda a las prostitutas en Vizcaya, ha visitado 28 clubes de alterne en Bilbao, de los que sólo cinco tenían el permiso del Ayuntamiento. "Habría otra media docena más en los que no hemos entrado", señala un portavoz del colectivo.

La falta de licencia en los prostíbulos es una ilegalidad en Bilbao desde 2001 cuando finalizó el plazo para adaptarse a la ordenanza municipal aprobada en 1998. Antes de la aprobación de la norma se calculaba que había casi un centenar de clubes de alterne. Esta normativa establece que los locales estén separados al menos 500 metros unos de otros. Además fija otras medidas, como que la superficie mínima de las estancias sea de nueve metros cuadrados, incluida la zona dedicada al aseo. Además, cada habitación tendrán una superficie independiente para el baño, no inferior a tres metros cuadrados y debe estar dotado de lavabo y ducha o bidé.

La regulación de la prostitución se ha trasladado ahora a otras zonas de España, como Barcelona, donde está en trámites la aprobación definitiva de una norma que fija que los clubes estén a más de 200 metros de centros escolares.

Escasos efectos

En Bilbao, la ordenanza no ha tenido muchos efectos prácticos, cuando han pasado siete años desde su aprobación. Askabide califica de "obvio" que existen más de cinco clubes de alterne y desconoce las razones por las que la mayoría de los prostíbulos funcionan sin licencia. El consistorio asegura que no ha actuado porque "no hay constancia de ellos. Tiene que venir una denuncia del área de Urbanismo", señaló un portavoz oficial. Esta concejalía confirmó que no se ha tramitado ninguna denuncia desde la aprobación de la ordenanza.

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La asociación Askabide asegura que la normativa municipal sólo sirvió para dispersar la prostitución en Bilbao. "Se hizo para actuar en [la calle] General Concha por la denuncia vecinal y lo único que hizo es trasladar el problema. Además, sigue habiendo problemas, como hace unos meses cuando había chicas en la calle en esa misma zona". Este colectivo indica que su aplicación ha servido para que proliferen los pisos donde trabajan "hasta seis o siete chicas" y los pabellones industriales en las afueras de la capital. Askabide afirma que tiene contabilizados cerca de 80 pisos de prostitución.

Esta dispersión se ha trasladado a otras zonas de Vizcaya. En el resto del territorio, según sus datos, hay una treintena de clubes, de los que 25 han sido visitados por la asociación. En todos estos casos no existe ningún tipo de ordenanza ni normativa para limitar su actividad. "La situación ha cambiado muchos en unos años. Nosotros hemos pasado de trabajar con un colectivo nacional que se centraba en [la calle] Las Cortes [de Bilbao] a que ahora haya un 90% de inmigrantes dispersas por toda Vizcaya", manifiesta el portavoz de Askabide.

El último informe oficial sobre la prostitución en Euskadi, elaborado por el Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde hace tres años, cifraba en casi 1.800 las mujeres que trabajan tanto en el calle, como en clubes y pisos. El informe precisaba que se basaba sólo en los pisos localizados en los anuncios de prensa e Internet y no tenía en cuenta tampoco la prostitución de lujo.

El estudio revelaba señalaba que casi siete de cada diez prostitutas lo hace en clubes de alterne, el 23% trabajaba en pisos y el restante 9%, en la calle. Añadía que casi la mitad de las prostitutas trabaja en Vizcaya, un 31% en Guipúzcoa y un 19% en Álava. El informe constataba la mayor llegada de prostitutas extranjeras a principios de los noventa, que se intensificó desde 1995. La mayoría procede de Latinoamérica, aunque en los últimos años se aprecia un aumento significativo de mujeres de la antigua URSS o Polonia. Askabide cree que se superan las 1.800 prostitutas. "Nosotros, cada 15 días, atendemos a más de 600 chicas".

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