"España se encuentra totalmente dormida"

Esade, que en la guerra de rankings entre escuelas de negocios arroja el octavo puesto europeo en la clasificación de Financial Times, el cuarto en la de Business Week y el segundo en la de The Wall Street Journal, acaba de anunciar la creación de un nuevo campus académico y empresarial en la localidad de Sant Cugat (Barcelona), que tendrá un coste total de 70 millones de euros y donde quiere crear un parque de la creatividad.

Pregunta. ¿Para qué necesitan más espacio?

Respuesta. Necesitamos infraestructuras potentes para estar preparados ante la nueva realidad europea que se avecina, y que cambiará de forma radical aunque poco a poco. La creación de un espacio europeo de enseñanza superior más integrado, el master Bolonia, abrirá la competencia por los mejores estudiantes y profesores. El proyecto de Sant Cugat, al que aportaremos 25 millones, nos permitirá hacer una propuesta atractiva. Necesitaremos residencias por si vienen extranjeros. Habrá una movilidad sin precedentes.

"El directivo invierte el 90% de su tiempo en relaciones interpersonales. Su éxito o fracaso depende de cómo se relacione con los demás"

P. ¿Está España bien posicionada para afrontar esta competencia feroz?

R. Estamos totalmente dormidos. En la prensa española ya aparecen por primera vez anuncios de universidades de otros países pidiendo que se vaya a estudiar allí, cuando las universidades de aquí no se anuncian fuera. Esade lanza el año que viene el primer programa con las especificidades de Bolonia.

P. En Sant Cugat quieren crear un parque de la creatividad. ¿en qué consiste la idea?

R. Ha habido dos generaciones de parques, los tecnológicos y los científicos. Hablamos ahora de una tercera generación de parques que pretenden crear un entorno atractivo, en el que se ofrezcan servicios que permitan la interacción entre el mundo empresarial, el académico, expertos en creatividad e innovación, consultores o emprendedores, que estarán instalados y compartirán un mismo espacio espacio.

P. ¿Cómo quiere posicionarse Esade en el futuro en las escuelas de negocios?

R. Queremos continuar siendo una de las 10 mejores escuelas de referencia en Europa, ofrecer calidad. Los programas de las escuelas son similares, pero tenemos elementos diferenciales como una formación que reflexione sobre la empresa en la sociedad y la persona en la empresa, que tenga en cuenta que el directivo invierte el 90% de su tiempo en relaciones interpersonales y que su éxito o fracaso depende en gran medida de cómo se relacione con los demás. Por ejemplo, dentro del MBA, tenemos un programa orientado a conocerse a sí mismo.

P. Usted reclama incentivos fiscales para las escuelas.

R. Es que España no pertenece ni al modelo anglosajón, donde el peso privado es muy importante con alguna ayuda pública residual, ni al centroeuropeo, con la financiación básicamente pública. En España, las políticas de financiación parten de un mismo pastel. Yo propongo hacer el pastel más grande y que las donaciones que reciban las universidades públicas o privadas que no tengan ánimo de lucro tengan una desgravación análoga a la que tiene el I+D. Así, la universidad se adaptará más a las necesidades del tejido industrial.

P.¿Cómo se financian?

R. Con las matrículas. Pero lo que nos da recursos para investigar o para becas son los programas abiertos para directivos y, sobre todo, los programas a medida para empresas. Éstos han tenido un crecimiento extraordinario y la previsión es que lo continúen teniendo muy elevado. Refuerza los planes estratégicos de las empresas, se ajusta a ellas... Por eso, pese a las fluctuaciones de la economía, seguirá subiendo.

P. ¿Qué opina de la reforma educativa?

R. La ley debe garantizar valores clave como la libertad o la tolerancia. Soy creyente, pero la religión es externa al mundo académico. Y luego, el sector público debe garantizar la provisión del servicio educativo, pero no necesariamente ser su gestor. Hoy existen fundamentalismos, religiosos o laicistas, que no deben tener apoyo público. Lo importante es mejorar el rendimiento académico. Lo fácil es pedir más recursos. Pero no hay mucho que hacer si no hay políticas de personal que estimulen la vocación docente del profesor y su relación con el alumno.