España y Portugal retrasan el AVE a Lisboa y dejan en suspenso las demás conexiones

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo portugués, José Sócrates, proclamaron ayer el inicio de "un nuevo ciclo" en las relaciones entre España y Portugal, con "una nueva agenda", al término de una cumbre bilateral, la vigésima primera, que retrasó a 2013 la entrada en funcionamiento del AVE Madrid-Lisboa y dejó pendientes de nuevos estudios el resto de las líneas de alta velocidad entre ambos países acordadas hace dos años. Los dos líderes prometieron también pasos concretos para crear el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL).

Estos resultados, negativos en el contexto de la cooperación que los dos países han definido durante el último lustro, fueron presentados por el primer ministro de Portugal, responsable de los incumplimientos por problemas presupuestarios, bajo el aspecto positivo de la superación de los "temas clásicos de estas cumbres", centradas en la mejora de las infraestructuras de interconexión entre los dos países.

El signo de la nueva etapa, acorde con las preocupaciones modernizadoras de la Agenda de Lisboa, el plan europeo de reformas económicas y sociales, es un instituto científico hispano-portugués, motor de las necesidades de desarrollo de I+D de los dos socios, cuya creación fue anunciada ayer por Sócrates como "un paso histórico". Zapatero apoyó plenamente este planteamiento y destacó que el nuevo proyecto de cooperación científica, el primero que España realiza de este tipo, demuestra la "prioridad absoluta" que su Gobierno otorga a la relación con Portugal.

El presidente español se mostró, por otra parte, totalmente comprensivo con los problemas presupuestarios de Portugal y con los retrasos que imponen en otros proyectos. La parte española ha reiterado explícitamente que mantiene los compromisos de completar sus tramos del AVE Vigo-Oporto en 2009; del Madrid-Lisboa, en 2010; del Salamanca-Évora en 2015 y del Huelva-Faro, en 2018.

El primer ministro portugués afirmó, sin embargo, que estas fechas "no son realistas" y que la única prioridad "a corto plazo" de su Gobierno es la línea Madrid-Lisboa, con la fecha objetivo de 2013. El resto del calendario se retocará en función de los resultados de los estudios pendientes. Las nuevas autoridades socialistas portuguesas han expresado sobradamente en las semanas pasadas su falta de interés por estos otros proyectos.

En cuanto a las promesas sobre el MIBEL, que debería haber entrado en vigor en abril de 2004, la cumbre de ayer acordó la próxima creación del Consejo de Reguladores, que deberá proponer las reglas del mercado y los mecanismos de gestión de las interconexiones antes del 15 de marzo de 2006. Sócrates aseguró que estos pasos concretos valen mucho más que las grandes declaraciones previas que hayan podido hacerse sobre el MIBEL.

Entre la multitud de acuerdos bilaterales suscritos ayer, cuya firma duró cerca de 30 minutos, destaca la decisión de constituir equipos de cooperación policial y aduanera, así como la de reforzar la cooperación en materia de prevención y extinción de incendios.