El juez impide que el etarra Parot pueda quedar libre al imputarle nuevos delitos
El ex jefe del 'comando Argala' proponía a la dirección de ETA atentados más sanguinarios
La Audiencia Nacional dio ayer un paso decisivo para evitar que el sanguinario etarra Henri Parot, Unai, que fue jefe del comando Argala, o itinerante, salga de prisión al cumplir su condena, lo que iba a producirse a más tardar en 2011. El juez Fernando Grande-Marlaska ordenó ayer su prisión preventiva al considerar delictiva una carta que el propio Parot dirigió en 2001 a la dirección de ETA y que fue intervenida por la policía francesa tras la detención de Juan Antonio Olarra y Ainhoa Mujika, en 2002. Parot exigía a ETA mano dura con atentados más salvajes en "objetivos vitales".
Parot ha sido condenado en 26 ocasiones por numerosos asesinatos (26 consumados y 166 frustrados) a un total de 4.797 años de prisión y lleva en la cárcel desde el 7 de abril de 1990, cuando fue detenido en Sevilla. Era jefe del comando Argala, o itinerante, de ETA, formado exclusivamente por ciudadanos franceses y que dependía directamente de la dirección de la banda terrorista. Al principio, de Txomin Iturbe, luego, de Josu Ternera, y finalmente de Artapalo, colectivo integrado por Francisco Mujika, Pakito, Txelis Álvarez Santacristina y José María Arregi Erostarbe, Fitti.
Sus atentados eran los más sangrientos, como el ataque a la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron 11 personas, cinco de ellas niñas. Su primer atentado lo cometió el 2 de noviembre de 1978 y el último el 2 de abril de 1990.
A pesar de los casi 4.800 años de condena, el máximo periodo de cumplimiento es de 30 años, al serle de aplicación el Código Penal de 1973. Además, ese texto legal permitía la concesión de beneficios penitenciarios a los reclusos, por lo que de hecho, nunca cumplían más de 20 años de prisión seguidos.
Parot lleva preso más de 15 años y previsiblemente iba a salir de prisión en 2011 a más tardar.
Pirueta jurídica
El 26 de abril de este año, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional intentó evitar esa salida en 2011 y denegó la acumulación total de las penas de Parot. En una pirueta jurídica, el tribunal establecía que el terrorista tenía que cumplir dos condenas de 30 años, por los dos periodos en los que había cometido atentados, ya que había estado dos años sin delinquir. Resultado paradójico, ya que de confirmarse la resolución se llegaría al absurdo de premiar el ser terrorista. Es decir, que por haber estado dos años sin matar la condena se le duplica, o sea, 60 años, mientras que si hubiera cometido atentados ininterrumpidamente la acumulación de las condenas se hubiera producido en una única pena de 30 años, a la que habría que aplicar los beneficios penitenciarios.
Como lo absurdo suele tener poco futuro y Parot recurrió la decisión de la Audiencia Nacional, antes de que el Supremo anule la decisión, la Fiscalía ha desenterrado una carta dirigida por el terrorista en 2001 a los entonces jefes de ETA Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mujika Goñi. La misiva les fue intervenida el 16 de septiembre de 2002 en el registro de su vivienda, en la localidad de Bergerac (Francia).
En la carta, Parot se dirige a la dirección mostrándose "perplejo" por lo blandos que son los atentados que se están cometiendo en esas fechas (coche bomba contra una sucursal del BBVA en la calle Goya de Madrid). Señala que él, con un compañero, había llegado a poner tres coches bomba en una sola noche en Madrid y propone que los atentados se hagan contra "objetivos más vitales".
Agrega que la dirección le paró cuando quiso hacer atentados sonados y que sólo cuando le dieron luz verde pudo colocar 5.000 kilos de amonal contra la Dirección General de la Guardia Civil.
Parot indica en la carta que sus siguientes objetivos, aparte de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla -cuando fue detenido- iban a ser el Ministerio del Interior y la Audiencia Nacional ("no entiendo cómo no la hemos volado ya").
Al mismo tiempo, propone que se ataquen edificios enteros vitales para el Estado como el Banco de España o las Bolsas, para que el Gobierno se siente a negociar. También aconseja que los comandos utilicen balas semiblindadas que causan mayor daño y plantea que ETA le saque de la cárcel con un helicóptero. Ayer, Parot dijo que no es de ETA, que no ha cometido los delitos por los que ya está condenado y que aunque la letra de la carta se parece a la suya, él no la ha escrito. Además, el etarra se negó a formar un cuerpo de escritura con el que contrastar el de la carta.
El juez Grande-Marlaska, a propuesta del fiscal, ordenó su prisión provisional por esta causa, y le imputa un delito de pertenencia a banda terrorista y conspiración para la ejecución de un atentado terrorista o bien de un delito de estragos terroristas.
En todo caso, Parot será previsiblemente juzgado de nuevo, pero esta vez por el Código Penal de 1995, por lo que, en caso de ser condenado, tendrá que cumplir la pena día a día. El nuevo proceso a Parot recuerda mucho al abierto al ex jefe del comando Madrid Iñaki de Juana Chaos, por las cartas publicadas en Gara.
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