El taiwanés Chen Chieh-jen retrata la decadencia industrial
Unos obreros en huelga condujeron a Chen Chieh-jen (Taiwan, 1960) hasta una fábrica textil. Ocho años atrás el dueño se marchó y los cerca de 300 trabajadores empleados no se percataron de su fuga hasta semanas después. Ellos continuaron yendo a la fábrica a diario y confeccionando las prendas como de costumbre hasta que vieron un pequeño aviso colgado en una puerta que les comunicaba el cierre.
El artista taiwanés, que ha saltado a la escena internacional en las bienales de Venecia, São Paolo o Lyón, encontró en esta fábrica abandonada el escenario que buscaba. Dos vídeos y más de una decena de las fotografías que allí tomó se exponen hasta el cinco de enero en la galería La Fábrica de Madrid (www.lafabricagaleria.com).
En 2003, este autodidacta -"nunca pensé en entrar en el mercado artístico, hacía las fotos para mí mismo porque tenía cosas que contar"- buscó a las costureras de aquella fábrica, alquiló las máquinas de coser y se lanzó a disparar fotos. Asegura que encontró la misma quietud y abandono que ha plasmado en su obra. "Las fábricas forman parte de mi experiencia vital. Mi hermana trabajaba en una de ellas y yo mismo tuve contratos temporales en alguna", explicó durante su visita a Madrid.
A pesar de la atmósfera onírica y surreal de su obra Chieh-jen insiste en que su trabajo pretende tan sólo "transmitir una realidad". "Lo que aquellos trabajadores vivieron cuando el dueño se marchó fue un sueño, como también lo fue el desarrollo de Taiwan centrado durante 30 años en la manufactura. La deslocalización de fábricas es algo que no sólo ocurre allí, pero el ejemplo de Taiwan es simplemente un espejo".
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