Enfrentamiento entre el tripartito municipal y CiU y el PP por el 22@

Una modificación urbanística en los planes especiales que se aprueben en el territorio del 22@ del barrio barcelonés del Poblenou generó un enfrentamiento abierto entre el tripartito municipal y la oposición de Convergència i Unió (CiU) y el PP. Ambos partidos votaron en contra de la cesión obligatoria a la ciudad del 10% del aprovechamiento que obtengan los promotores privados que impulsen planes en lo que fue el suelo industrial de Sant Martí. Esa cesión se traduce en zona verde, equipamientos y edificabilidad de vivienda social, algo que se ha venido aplicando pero contra lo que recurrieron tres promotores alegando vacío legal. Ahora esa cesión está regulada por una modificación de la Ley de Urbanismo del año pasado. Tanto CiU como el PP, sin embargo, fundamentaron su oposición durante el debate del pleno no por la cesión, sino por su desacuerdo con la forma de gestionar el 22@.

"No nos digan que sólo enfocamos la ciudad de cara al turismo, y cuando se trata de apoyar un proyecto tan importante como transformar la antigua zona industrial en una área de nueva actividad económica votan en contra", reprochó el tercer teniente de alcalde, Jordi Portabella (ERC), tanto a CiU como al PP. La disputa entre ambos lados del Salón de la Reina Regente se desencadenó después de que Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, alegara que lo que le hacía falta al 22@ era "un cambio de enfoque"."Fue una buena idea y por eso la apoyamos hace cinco años, pero la aplicación no lo está siendo", afirmó Trias, quien a renglón seguido criticó que buena parte del desarrollo del 22@, concretamente el 60% de los proyectos en construcción, corren a cargo de "instituciones y administraciones y empresas que se trasladan desde otros lugares de la ciudad".

Trias también se mostró contrario a la concentración de hoteles en el 22@. Fue un retrato en negativo, muy parecido al que hizo el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, y que fue replicado sin fisuras por los tres partidos del gobierno de Joan Clos. "La realidad es que de los cuatro millones de metros cuadrados de techo que supondrá la transformación están en marcha 1,1 millones, y de éstos hay 800.000 con licencia concedida o ya acabados. Y de que los 100 proyectos aprobados supondrá pasar de 500 empleos a 10.000", les replicó Xavier Casas, primer teniente de alcalde del consistorio.

A las acusaciones de Trias de que todavía no hay ningún piso de protección terminado en la zona, Casas contestó: "En estos momentos hay 1.000 proyectados o en construcción". "Lo que no puede ser es que digan que todo va mal porque saben que no es así", les recriminó Portabella. Los ecosocialistas también se sumaron a la reprimenda a la oposición: "Les recuerdo que hace años ustedes querían dedicar todo el suelo industrial a vivienda", afirmó Eugeni Forradellas (ICV-EUiA).

Pese a que el texto de la nueva ordenanza se encuentra en periodo de exposición pública, la normativa no se escapó ayer del debate. Fue a instancias de CiU, que condicionó su apoyo a la ordenanza -cuya aprobación está prevista para el último plenario del año, el 23 de diciembre- a que se disponga de los suficientes medios personales y recursos para su aplicación. Es decir, más educadores y personal de los servicios sociales y más Guardia Urbana. Pese a que ICV se abstuvo en la aprobación inicial del texto por no estar de acuerdo con los capítulos relativos a la prostitución y mendicidad, fue el concejal de esa formación Ricard Gomà quien defendió que se ha incrementado en el 19,6% la partida de los servicios sociales en el presupuesto de 2006.

También el alcalde Clos terció en el debate para advertir a CiU y el PP de "no hacer trampa" porque argumentan que están a favor de la ordenanza, pero condicionan su voto favorable a la forma en que se aplique.