Dos años y cinco meses de prisión para Hoyzer por estafa
El árbitro alemán recibió dinero por amañar partidos
Un tribunal de Berlín condenó ayer a dos años y cinco meses de cárcel, sin libertad condicional, al ex árbitro alemán Robert Hoyzer, de 26 años, por complicidad en estafa al haber aceptado dinero para que tres hermanos croatas ganasen en las apuestas deportivas legales. Un segundo ex colegiado, Dominik Mars, de 30 años, salió mejor librado: un año y medio de prisión, pero con libertad condicional.
Ante Sapina, de 29 años, el mayor de los tres hermanos croatas implicados en el fraude, recibió una pena de dos años y 11 meses, sin libertad condicional; Milan, una de 16 meses, y Filip, una de un año. Los abogados defensores anunciaron que recurrirán.
La sentencia del tribunal berlinés sorprendió porque las penas de Hoyzer y Sapina fueron superiores a las que la fiscalía había solicitado en la víspera. La magistrada Gerti Kramer no consideró que los actos constituyesen "un malvado juego de chicos", sino un delito grave. Tampoco se dejó conmover por el hecho de que Hoyzer confesase su participación en los hechos ni por su súplica: "Pido una segunda oportunidad". Ayer, el ex árbitro, suspendido a perpetuidad por la federación alemana, se presentó ante el tribunal vestido una vez más de elegante terno y abrigo claro, pero desapareció a toda prisa tras conocer el fallo.
A Sapina, dueño del café King, en el corazón de Berlín Oeste, una mezcla de ludópata y ventajista profesional en las apuestas deportivas, no parece haberle costado mucho trabajo ganarse para sus manejos al joven Hoyzer, que era una de las promesas del arbitraje germano. Hoyzer reconoció ante el tribunal: "Era una sensación fantástica tener 2.000 o 3.000 euros en el bolsillo".
La mayor hazaña de Hoyzer fue su arbitraje en el partido de la Copa alemana entre el Hamburgo, de Primera, y el Paderborn, de Segunda B. El Hamburgo ganaba por 0-2, pero en eso pitó dos penaltis y expulsó a uno de sus delanteros, con lo que acabó perdiendo la eliminatoria. Esto estaba pactado con Sapina, que ingresó una elevada suma con sus apuestas a favor del Paderborn.
Theo Zwanziger, copresidente de la federación, que tuvo que indemnizar al Hamburgo con dos millones de euros para evitar así la repetición de varios encuentros, consideró justa la condena y se felicitó por que sólo se haya tardado diez meses en emitirse desde que se conoció el escándalo de los sobornos.
Zwanziger opina que este caso servirá de escarmiento en el futuro para quien tenga la tentación de manipular partidos y anunció un proceso por daños y perjuicios contra los condenados una vez que concluya el contencioso en los tribunales superiores.
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