Dos días y medio de vuelo indirecto

Tenían que salir de Buenos Aires el martes para llegar el miércoles por la mañana a Madrid. Sin embargo, ayer jueves los cerca de 250 pasajeros del vuelo NM 1222 de Air Madrid aún se encontraban viajando.

El día 15, dispuestos a embarcar, la compañía les comunicó que su avión estaba averiado. Les pagaron la noche de hotel en Buenos Aires, pero al día siguiente vieron con sorpresa que la aeronave que les tenía que transportar carecía de autonomía suficiente para realizar el vuelo directo a Madrid. Tuvo que hacer escala para repostar en Salavador de Bahía (Brasil). Los viajeros de la clase preferente y los de turista compartían los mismos "asientos estrechos", en una aeronave donde "no había comida para todo el vuelo", y tras la cena del día 16 no se sirvió nada más a los pasajeros, como explicó uno de ellos, Enric València. Ya en tierras españolas, la densa niebla en el aeropuerto de Madrid obligó al avión a aterrizar ayer en Barcelona. Los pasajeros tardaron unas horas más en poder continuar su camino, mientras que Enric València y su mujer reclamaron sus maletas para quedarse en Barcelona, su destino final. Lo mismo hizo Begoña Pereda, con intención de coger un avión hacia Bilbao. "Nos dijeron que, si no las queríamos perder, las teníamos que seguir hasta Madrid y volver con ellas", explicaron. Esta respuesta acabó con la paciencia de los viajeros, que presentaron un gran número de reclamaciones. Bastantes pasajeros con destino a Barcelona se marcharon a sus casas sin que la compañía se hubiera responsabilizado de su equipaje. Pereda consiguió cambiar su vuelo por otro de Spanair hacia el País Vasco. València aguardó a poder ir hasta Madrid para hacerse con sus enseres; pero, cansado de esperar, finalmente desistió. Según las explicaciones de los responsables del aeropuerto, se deberán mantener a la espera de que la central de objetos perdidos en Barajas les devuelva sus pertenencias. "Lo más barato sale caro", fue uno de los comentarios que Enric València recibió de un trabajador de Air Madrid como respuesta a sus quejas. Una portavoz de la compañía afirmó ayer que ésta actuó correctamente y cumplió con su obligación de "llevar a los pasajeros a Madrid", sin poder hacer nada respecto a las adversidades meteorológicas.

Los usuarios del puente aéreo entre Barcelona y Madrid también sufrieron por segundo día consecutivo las consecuencias de la niebla sobre Barajas. Por la mañana se cancelaron seis vuelos. Iberia explicó que habilitó aviones con mayor capacidad para poder dar cabida a los pasajeros, que se iban acumulando. Sin embargo, tras más de una hora y media de espera, muchos optaron por recuperar el importe de su billete.