Tony King, condenado a 36 años de cárcel por el asesinato de Sonia Carabantes
La Audiencia de Málaga aprecia ensañamiento e impone mayor pena que la petición fiscal
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a Tony Alexander King a un total de 36 años de prisión por la muerte de Sonia Carabantes, ocurrida el 14 de agosto de 2003. La Sala considera que el británico golpeó "salvajemente" a la joven de Coín, de 17 años, la introdujo en el maletero de su coche para trasladarla a un paraje solitario, la agredió sexualmente y finalmente la asesinó con alevosía y ensañamiento. La sentencia establece que King deberá cumplir un máximo de 30 años de prisión. La defensa del británico ha anunciado que recurrirá la resolución.
La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga impone a King 23 años de prisión por un delito de asesinato, tres más que los solicitados por el fiscal, "vista la forma de su comisión, de extraordinaria crueldad vista la juventud de la víctima, el sitio solitario en que ocurrió la segunda parte de los hechos y la verdadera tortura a la que se sometió y por tanto, la peligrosidad del culpable". El tribunal entiende que el crimen se produjo no sólo con alevosía, sino también con ensañamiento, pues el ataque fue "salvaje y cruel"~ y "ejecutado de forma inhumana".
Además, le condena a cinco años de prisión por un delito de detención ilegal y ocho años por un delito de agresión sexual. La Sala absuelve al británico del delito de lesiones que solicitaba la acusación particular, cuya petición total era de 44 años, frente a los 34 años de la Fiscalía.
El fallo establece una indemnización de 300.000 euros para los padres de la joven. Además, incluye la inhabilitación del británico durante el tiempo de la condena y la prohibición de volver a Coín o al lugar de residencia de los familiares de Carabantes durante cinco años. También especifica que, al tratarse de varios delitos, uno de ellos castigado con pena superior a 20 años de prisión, el tiempo máximo de cumplimiento será de 30 años, en lugar de los 20 habituales.
La sentencia considera probado que la madrugada de los hechos, hacia las 5.00, King esperaba la llegada de la joven, que regresaba de la feria de su pueblo, en las proximidades de su domicilio. Cuando Carabantes se acercó, "salió súbitamente de su escondite", la abordó con el propósito de hacerla "tocamientos lascivos", y la golpeó hasta dejarla semiconsciente.
Después, la introdujo en el maletero de su coche y la trasladó a un paraje a 11,5 kilómetros de distancia, mientras la joven "gemía semiconsciente" en el interior. Una vez en el descampado, la sentó en el asiento trasero del vehículo, la desnudó y "le tocó en sus partes íntimas, senos y nalgas" al tiempo que la seguía golpeando, provocándole numerosas lesiones externas e internas "capaces por sí solas de causarle la muerte".
Las lesiones, que incluían las fracturas de la mandíbula y de una clavícula, "produjeron grandísimo sufrimiento" a Carabantes. Después, King estranguló a la joven con su propia camiseta "aprovechando su inconsciencia y por tanto sin posibilidad alguna de defensa". Ocultó el cadáver en una oquedad entre rocas, y se deshizo de sus ropas.
La resolución concluye que "es evidente el propósito lúbrico del procesado, verdadero obseso". El texto recuerda que los peritos describen al británico, de 45 años, como "carente de sentimientos de piedad y arrepentimiento, capaz de los actos más crueles para conseguir sus propósitos lascivos y muy difícil o imposible de reinserción"
El tribunal no da crédito a la versión manifestada por King durante el juicio, celebrado en octubre. El procesado, que se negó a responder a las preguntas de las acusaciones, explicó que había sido golpeado por alguien, y colocado en el asiento trasero de su coche junto a Carabantes, "versión inverosímil y carente de fundamento". Tampoco aprecia la circunstancia eximente o atenuante de embriaguez, como pedía la defensa.
En un texto de 18 páginas, la Sala desgrana las declaraciones de los testigos en el juicio y de King durante la instrucción del sumario, así como los informes forenses y la coincidencia del perfil genético del británico con el hallado en las manos de la víctima y en el lugar del crimen. Todo ello "forma un conjunto de pruebas directas e indirectas o circunstanciales, que apreciadas conjuntamente", llevan a concluir que "la culpabilidad del acusado es incuestionable".
El abogado de King, Javier Saavedra, ha anunciado que recurrirá la sentencia. La madre de la víctima, Encarnación Guzmán, mostró su satisfacción ante la condena y su deseo de que se cumpla íntegramente. Su letrado, José María Garzón, anunció que pedirá responsabilidad civil al Estado por no haber controlado al británico, que tenía antecedentes penales en Reino Unido. King aún tiene pendiente el proceso por la muerte de la joven de Mijas Rocío Wanninkhof, que se juzgará ante un jurado la próxima primavera.
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